Farsantes en Internet

Lo prometido es deuda. En su día avancé en dbnews que nacía la Asociación de Inversores y Emprendedores en Internet (AIEI), fundada por, como ellos mismos se califican "seis jóvenes empresarios que han logrado el éxito en la Red". Durante la rueda de prensa de presentación aportaron algunos datos de interés, como que en la actualidad menos de un 5% de las iniciativas empresariales en Internet sobrevive al primer año.

La AIEI se encargará de reducir esa tasa de fracaso. ¿Cómo? Muy sencillo, ellos tienen la receta: con su conocimiento, sus experiencias y soluciones financieras. A fin de cuentas, estos seis jóvenes son -y cito textualmente de su propia definición-, "el núcleo duro de la denominada Internet Next Generation, una segunda oleada de emprendedores que sobrevivió y salió fortalecida de la crisis de las 'puntocom”. (Sí, yo he pesando lo mismo, 10 años después, siguen siendo jóvenes).

No queda claro el porcentaje del negocio que la AIEI asumirá o si para acceder a sus servicios habrá que pagar cuotas de socios. En la nota de prensa oficial que su agencia de comunicación entregó en el Club Financiero Génova -modelo que recuerda mucho a las empresas offline de las que rehuyen-, no se aclara este punto. En cualquier caso, ojalá triunfe, ojalá se reduzca esa tasa de fracaso.

Sin embargo, cuando me enteré de la creación de esta asociación, he de confesar que sentí un escalofrío, a pesar de ese deseo de éxito que tengo, por el bien común que pueden desarrollar. Y supongo que fue porque los que llevamos un tiempo ligados al mundo de los negocios online hemos visto como los errores del mundo offline no sólo se han pasado al online, sino que además se han multiplicado. Me refiero a los grupúsculos de poder que se crean, con empresarios -algunos de ellos, me van a perdonar, freekies de medio pelo- que comparten participaciones en sus propios negocios, que se venden partes de éstos unos a otros para eludir temas fiscales que, en pocas palabras, se retroalimentan con sus propios chanchullos. Que la AIEI no sea otro de estos grupúsculos...

Por supuesto que hay excepciones, como todo en esta vida, pero el conjunto de empresarios 2.0 está ahí, moviendo los hilos de los negocios en la Red, impulsando a quiénes les interesan y cerrando el paso a los que no. Es así. Por violar, han violado hasta el encanto de los blogs. La inmensa mayoría de estos empresarios cuentan con sus propios blogs, que promocionan para darse lucimiento y autobombo, para darse baños de multitudes intentando dar muestras de ser intelectuales de nuevo cuño.
¿Intelectuales? No, no tanto... porque ni siquiera ellos escriben los posts. Pagan a terceros para que los hagan por ellos; a veces tengo dudas de que, incluso, contesten los comentarios. Ojo, que no me parece mal que paguen a otros, siempre y cuando lo admitan, no vayan de superbloggeros capaces de mantener dos y tres blogs, simultaneando este papel con el de empresario de éxito. Los que de verdad mantenemos los nuestros somos muy conscientes del esfuerzo que supone.

Qué pena de Red. Menos mal que una vez que uno escarva un poco más, apartando esa primera capa de maquillaje barato Web 2.0, encuentra buenas ideas, trabajadores incansables, proyectos ilusionantes y, sobre todo, honestos. Esa es la parte de la Red con la que me quedo, la que me llena... y la que espero que se imponga y triunfe.
Next Post Previous Post

2 comentarios

  1. No puedo estar más de acuerdo contigo David. Creo que el principal problema que tiene hoy por hoy la Red es conceptual. Hemos trasladado y magnificado los problemas del mundo offline al mundo online con el inconveniente de que -no nos engañemos- el mundo online todavía no disfruta del mismo estatus en las mentes de los inversores que disfrutaba -y disfruta todavía en algunos casos- el mundo online. ¿Y por qué? Porque no tiene sentido cambiar el modelo de negocio manteniendo el negocio... ¿O alguien piensa que se puede transformar una fábrica de máquinas de escribir en una fábrica de ordenadores manteniendo TODA la estructura del negocio de máquinas de escribir? Pero vendrán tiempos mejores (espero).

    ResponderEliminar
  2. Ojalá sea así y venga tiempos mejores... al menos en el online, los honestos tienen más margen de maniobra.

    ResponderEliminar