La dictadura del dólar en Panamá

Paco (a la dcha.) lleva más de una década luchando en Panamá.
Hay muchos tipos de dictaduras, más allá del derrocamiento de las que vemos estas semanas en el norte de África. Las hay más silenciosas y financiadas por las grandes multinacionales. Hace ya más de un año que escribí acerca de una marcha indígena en Panamá. Fue un hecho histórico en el país: una larga caminata de más de 370 kilómetros, en época de lluvias, protagonizada por las tres principales etnias indígenas de Panamá, con el objetivo de protestar por el expolio que están realizando las grandes multinacionales en sus tierras. Una lucha por la libertad, por la independencia... algo que al otro lado del charco hemos perdido, lo asumimos como nuestro, como algo conquistado y, sin embargo, no es así. Por eso, quizás, ante acontecimientos como los norte africanos, nos sentamos como espectadores cine, viéndolo en la distancia.

Pero hay gente que no se conforma con verlo desde la barrera. Hay gente, como Paco Gómez Nadal y Pilar Chato que quieren desequilibrar la balanza, hacer que el desfavorecido, el menos poderoso pero que tiene la razón de su lado, consiga alzarse digno y reclamar lo que le pertenece. Ambos periodistas llevan años en Panamá, trabajando codo con codo con las comunidades indígenas, enseñándoles a que ellos mismos den voz a sus reclamaciones, a la lucha por su tierra contra las grandes multinacionales, que les arrebatan los recursos naturales, les expropian del rincón del mundo que les vio nacer por un puñado de dólares que toma el Gobierno panameño.

El pasado 27 de febrero Paco y Pilar fueron detenidos por querer alzar, una vez más, su voz con la de los indígenas en contra del gobierno de Ricardo Martinelli, que se dedica a tirar por la borda su riqueza natural, a comerciar con Derechos Humanos. Dos días después, se les repatrió. El Partido Revolucionario Democrático protestó enérgicamente, pero de nada sirvió. El poder del dinero tiene más fuerza que la justicia, que la libertad de un pueblo.

Mientras Martinelli miente asegura que no tiene interés en la minería, ni en ninguna empresa y explica que Paco pidió irse a su país por razones que no reveló y asuntos personales, Pilar es tajante: "Ahora empezamos la batalla para dejar todas las cosas claras, ante la Justicia de Panamá y ante las instancias internacionales, como la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), a las que podamos llegar".

La columna de La Prensa desde la que Paco ha venido criticando duramente a Martinelli y que tanto parece haber escocido al presidente, apareció ayer en blanco, tan sólo un título -"La libertad y la justicia en Panamá"- y un par de líneas: "Este espacio está en blanco porque su autor estuvo detenido por dos días y anoche fue deportado".
Tiene 'gracia'. El Gobierno de España no se ha pronunciado al respecto. Es más, mientras Paco y Pilar estaban detenidos, Trinidad Jiménez se marcaba un pomposo discurso en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU asegurando que hace tiempo ya que ha asumido "el compromiso moral y político de promover y defender los derechos humanos en todo el mundo".
Palabras vacías para cabezas huecas.

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