La distracción de una abdicación

(Gtres)
La abdicación de Beatriz de Holanda ha reavivado el debate sobre nuestro maltrecho monarca y su papel como Jefe del Estado. Mientras el republicano Público, a estas horas, lo lleva a portada como noticia principal , el monárquico ABC hace el ridículo dejando la noticia en un mero enlace en el que la noticia es "Máxima, la argentina que reinará en Holanda".

Más allá de sus tratamientos informativos, la discusión es ¿hará lo mismo Juan Carlos I? Y la respuesta es clara: No. En primer lugar, porque sus pasados son diferentes: mientras que Beatriz de Holanda viene de una larga tradición de abdicaciones -no sólo su abuela, sino su propia madre abdicó, además, por un escándalo de comisiones ilegales de su marido-, el Borbón es heredero del franquismo, fue el dictador el que lo nombró, fue su imposición. Los puntos de partida son, pues, muy distintos.

Por otro lado, la abdicación en Holanda no debe desviar la atención de lo que debe ser el debate: la cuestión no es abdicación sí o no; sino monarquía sí o no. Ese es el verdadero asunto a resolver pues, ¿qué diferencia hay entre que el monarca sea el padre o el hijo? Al fin y al cabo, los dos pecan de los mismo, esto es, ser imposiciones institucionales al pueblo que jamás los elegió democráticamente.

Ninguno de los dos parecen tener la honestidad suficiente para convocar un referendum y dar así a la ciudadanía el derecho a decidir. El motivo, es de Perogrullo, es que ninguno de los dos está dispuesto a perder su actual tren de vida, sus prebendas, su presupuesto del Estado que en plena crisis prácticamente no mengua mientras que Educación o Sanidad se desmantelan...

¿Acaso lo honesto y democrático no sería convocar un plebiscito para el que pueblo les respalde? De ganarlo, podrían reinar con el respaldo de su pueblo, algo que hoy está más que cuestionado. De perderlo, es mi convencimiento que ganaríamos todos, nuestra Democracia se regeneraría ligeramente -hace falta mucho más para salir de esta dictadura democrática- y sería un soplo de aire fresco para los movimientos sociales. Y ese es precisamente el quid de la cuestión: los políticos no quieren ceder ni un ápice a las reinvidincaciones de estos movimientos, pues sería darles aliento en una reforma tan contundente que, de producirse, les borraría a ellos mismos del mapa.
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1 comentario

  1. Hoy por hoy, después de las salidas de pata de banco del ciudadano Juan Carlos de Borbón creo que está de más la monarquía en España, además no estoy de acuerdo que este preparado para nada el ciudadano Felipe Borbón, porque no hay más que oírle y verle leer un discurso, da grima. Además de las variadas y señaladas salidas extemporáneas con personas que le han preguntado por el referéndum sobre monarquía-república, o se han creado complicaciones en las que para nada ha sabido salir del problema. No tiene lo que es preciso tener, ni con 45 años ni con 55 ni con 75, creo sinceramente que no sirve y que todos sus miembros se deben ir con mucho cuidado al exilio, para que los españoles optemos por lo que creo que es el sistema democrático más adecuado para dirigir una sociedad moderna

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