Sinvergüenzas a la carta

Si uno entra estos días en la web del Partido Popular (PP) puede ver un banner gigante con la leyenda 'Los políticos no son el problema'. ¿De veras no lo son? ¿Acaso no son parte fundamental del problema? Mientras ellos aseguran ser la solución, la ciudadanía los ve como cómplices y, en ocasiones, causa de sus problemas. De hecho, no pasa un solo día en que no aparezca un nuevo dato que confirme los temores del pueblo: hoy, el precio del comedor escolar frente al menú del día de los diputados de la Asamblea de Madrid.

2012 fue un año escolar muy caliente. Los recortazos en el sector de la Educación diezmaron la calidad de la enseñanza pública y, lo que es peor, tan sólo parecía la sombra de lo que se avecinaba con la inminente (e infame) reforma del ministro Wert. A la reducción de miles de profesores y el aumento de la ratio de alumnos se sumó, además, la desaparición de las becas de comedor que condenaba a muchos alumnos a perder la comida más fuerte que hacía durante el día o a llevar un tupper y ser obligados a pagar por calentar su contenido.

Madrid fue una de las Comunidades donde más se dejó notar el ataque del PP a la Educación pública y a finales del año pasado subió el precio del comedor escolar un 3,5%, hasta llegar a los 4,80 euros días. Mientras, en la Asamblea de Madrid -donde, precisamente, se cocinan estos precios-, los diputados disfrutaban de un menú del día por 3,55 euros... los mismos diputados que de media perciben 14 pagas al año de algo más de 3.500 euros brutos.

Banner en la web del PP.
Es inevitable que surja la indignación y que el 'los políticos no son el problema' pierda todo el sentido. Ahora conocemos que suben el precio del menú para los diputados y escalará hasta los 8 euros pero, adivinen, ¿qué se va a crear? Una comisión especial para llevar a cabo el control de calidad de los alimentos. ¿Realmente es necesario este desperdicio de recursos? ¿Cuántas comisiones velan por la calidad de lo que reciben los pequeños en las escuelas?

Por cierto, adivinen quién era el adjudicatario de la restauración de la Asamblea de Madrid: Arturo Fernández, dueño de Cantoblanco, vicepresidente de la la CEOE y presidente de CEIM... el mismo acusado de pagar en negro a sus empleados...

... ¿los políticos no son el problema?
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