Una palestina contra el patriarcado

Abeer Abu Ghaith se crio en una familia tradicional de Cisjordania, en la conservadora ciudad de Dura, donde reina el patriarcado y el futuro de una mujer parece limitarse a las cuatro paredes de una cocina. Previamente, pasó doce años en un campo de refugiados de Jordania.

Con los años, se mudaría a una pequeña ciudad de Palestina, donde sufriría la ocupación israelí, con sus asentamientos ilegales y su represión en forma de puntos de control, redadas y bloqueos. Así, para ir de su casa al trabajo, apenas separados por una distancia de 15 kilómetros, tardaba cerca de dos horas debido a los checkpoints y las restricciones de circulación a que son sometidos los palestinos por parte de las autoridades de Tel Aviv.

Hoy, con 31 años, la segunda hija mayor de nueve hermanos y hermanas le ha dado la vuelta a la tortilla, en todos los sentidos. Esta joven, que se graduó en la Universidad Politécnica de Hebron en 2007, desarrolló en 2013 una bolsa online de empleo, llamada StayLinked, que le valió el reconocimiento de los premios Women In Technology Awards en Oriente Medio y África para 2014.

A través de su proyecto, Abu Ghaith demuestra cómo una simple firma local del sector TI es capaz de aportar su granito de arena para transformar la sociedad. ¿Cómo? Ayudando a otras mujeres a encontrar trabajo y, por tanto, a proporcionarles la independencia económica necesaria para ser autosuficientes y escapar del yugo patriarcal.

Ella misma padeció durante dos años estas barreras de entrada en el mercado laboral, periodo que aprovechó para perfeccionar sus conocimientos técnicos a través de cursos online. Eso le permitiría conseguir su primer trabajo como profesora de redes en la universidad. Cuál sería su sorpresa cuando su clase eran todos hombres, de los cuales con la excepción de dos, todos abandonaron el aula al ver que se trataba de una profesora y no un profesor. Con el tiempo, iría regresando el resto del alumnado gracias a su tesón.

Coto cerrado a la mujer

Tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza, a pesar de que las universidades se nutren en mayor proporción de mujeres que de hombres, cuando aquéllas quieren dar el salto al mundo laboral encuentran múltiples barreras sociales.

Buena parte de los empleadores mantiene esa concepción retrógrada del varón como principal sostén de la familia y, por tanto, es a ellos a los que va a parar la mayoría de los puestos de trabajo. Algunos segmentos de la población todavía no terminan de ver bien que una mujer llegue tarde a casa por trabajo o, incluso, tenga que hacer viajes de negocios. Tanto es así, que sólo un 20% de las mujeres trabaja fuera de casa, frente al 70% de los hombres, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Abu Ghaith se ha convertido en la primera emprendedora oficial tecnológica de Cisjordania. Quizás no sea de veras la primera, pero su ejemplo contribuye a visibilizar la problemática de la desigualdad que, si existe incluso en Silicon Valley, aún en más acentuada en aquel rincón.

Ello a pesar de que la Asociación de Compañías TI (Tecnologías de la Información) engloba ya a más de 150 empresas medianas y grandes de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este, que emplean a cerca de 8.000 personas. Algunas previsiones hablan de que esta cifra podría doblarse en los próximos cinco años aportando el 20% de la actividad económica en Palestina.

StayLinked trataba de resolver esta problemática, presentándose como un puente de conexión entre los freelance y los empleadores (que incluyen, incluso, compañías de EEUU y del Golfo Pérsico) que precisan de servicios puntuales de traducción, diseño gráfico, marketing online o desarrollo web, entre otros.
Abu Ghaith predicó con el ejemplo y como socia, además de un experto en formación TI, contó con una amiga con la que pudo hacer frente a los costes de la puesta en marcha con 30.000 dólares y controlan el 70% del negocio. La oficina de StayLinked es un café de Hebrón, en el que esta emprendedora y varios freelance se reúnen una vez a la semana.

Extender el modelo


Hace apenas dos meses, Abu Ghaith lanzaba MENA Alliances Group. MENA (Oriente Medio y Norte de África, por sus siglas en inglés) surge tras haber comprobado que el modelo funcionaba en Palestina y, por ende, podía ser clonado para el resto de la región, donde el paro femenino prácticamente dobla al masculino, a pesar de que la mujer árabe está hoy más formada que nunca.

El objetivo que Abu Ghaith se ha marcado es conseguir generar más de un millón de empleos para mujeres y jóvenes en la región MENA para los próximos cinco años. Por el camino habrá de cuidar, eso sí, que la web no se convierta en una plataforma para explotar al freelance subastando precios a la baja. Por lo pronto, y eso sí es algo que escama, la sede de la compañía ha traspasado las fronteras palestinas, afincándose en las Islas Vírgenes, es decir, uno de los mayores paraísos fiscales. El tiempo lo dirá.
Next Post Previous Post

Sin comentarios