Hoy es uno de esos días en los que uno pierde la fe en la Justicia, en los que una parte de la magistratura se vuelve repulsiva y consigue despertar ansías de revancha, aun a sabiendas de las consecuencias que ello tendría. De nuevo, una polémica sentencia en la que una mujer era agredida por un hombre, en la que la pena queda en abuso y no en violación porque parece que para que suceda esto han de dejar a la víctima medio muerta. Hoy es uno de esos días en los que se hace imposible que no se revuelvan las entrañas.
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