La mala sombra del PP
El 41% de las muertes por golpe de calor en España durante 2024 se produjeron en Andalucía. Sólo en el sector andaluz de la construcción se presentaron 300 denuncias y se produjeron más de 2.500 accidentes laborales, cuatro de ellos mortales. No es para menos, el cambio climático mostró su peor cara en nuestro país el año pasado con gravísimos episodios de sequía, olas de calor e inundaciones. A pesar de estos datos objetivos, Andalucía continúa sin proteger a su población de los efectos del aumento de la temperatura.
Esta semana el sindicato CCOO ha recordado el inicio de la jornada intensiva en el sector de la construcción andaluz, que adelanta la hora de inicio de la jornada a las 7:30 horas para finalizar a las 14:30 horas. Es absolutamente incomprensible que haya provincias como Jaén o Almería que retrasen el inicio de esta jornada al 1 y 10 de julio, respectivamente, cuando todavía no se ha iniciado el verano y ya hemos sufrido una ola de calor en todo el país. De hecho, el pasado 30 de mayo, el Ayuntamiento madrileño decretó el cierre de las casetas de la Feria del Libro de Madrid por alerta de calor –no así de las terrazas de hostelería adyacentes-.
Así las cosas, no sorprende que más del 70% de los trabajadores crea que su empresa apenas les protege. La Inspección de Trabajo debiera ser implacable en su labor, tanto como las denuncias anónimas que cualquier persona puede interponer cuando considera que se vulneran sus derechos laborales. Los abusos empresariales en periodo estival, que coinciden con la temporada alta de turismo, se disparan en España en muchos sectores de actividad.
El Ministerio de Sanidad presentó a principios de junio el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperatura 2025 y, sin embargo, hay gobernantes que no se dan por aludidos. Dos de los grandes baluartes del PP, como Isabel Díaz Ayudo y Juan Manuel Moreno Bonilla son dos ejemplos de ello.
La primera ha sacado pecho al anunciar que elimina una partida presupuestaria de 1,4 millones de euros destinada a mitigar los efectos del fenómeno isla de calor en los municipios madrileños de menos de 100.000 habitantes. La misma Ayuso que como medida ambientalista estrella propone que cada balcón tenga una planta es la que el pasado domingo se retostó en la Plaza de España sin sombra, remodelada por su amigo José Luis Martínez-Almeida con la misma hormigonera que empleó en la Puerta del Sol.
Volviendo de nuevo a Andalucía, la hemeroteca es descorazonadora. Revisándola, recuerdo una columna de hace más de dos años en la que describía cómo los colegios andaluces son un infierno, a pesar de contar con una Ley de Bioclimatización desde 2020. Pues bien, de nuevo esta semana, padres, madres, alumnado y profesorado de colegios de Sevilla se han concentrado en las puertas de sus centros para denunciar el incumplimiento de dicha ley. En la Andalucía rica que pregona el PP son los padres y madres de las AMPAS quienes han de financiar los aparatos de aire acondicionado de las aulas, con una ratio que la Junta de Andalucía no ha reducido.
Obviamente, la salud y el rendimiento escolar de los más jóvenes se ve gravemente afectado por acudir cada día a un centro con unas condiciones en las que el propio Moreno Bonilla no aceptaría trabajar. Ya no es que los centros educativos no cuenten con esas medidas para paliar los más de 35 grados centígrados que pueden llegar a alcanzar las aulas, sino que los patios de recreo, carentes de sombra natural, ni siquiera tienen toldos.
Esta mala sombra del PP se extiende a lo largo y ancho de las ciudades, no sólo de Andalucía, sino de toda España, en las que instalaciones al aire libre con aparatos biosaludables para hacer ejercicio o parques infantiles carecen de toldos, mientras no existe una sola avenida comercial sin ellos. Cuestión de prioridades que se deja notar, incluso, en el diseño de los nuevos proyectos, huérfanos de sombras naturales y de otros elementos con los que combatir los efectos de las islas de calor.
La tala indiscriminada de árboles en las ciudades es marca de la casa PP, lo que agrava el problema. Así lo constata que la incidencia del cáncer de piel haya aumentado un 40% en los últimos años, según la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV). AEDV advierte que durante este año se detectarán más de 4.300 casos de melanoma, que el más agresivo y el que tiene peor pronóstico. Estas políticas negacionistas de las derechas son letales para nuestra salud y ante ellas la protección electoral es más efectiva si cabe que la solar.
(Artículo en Público)
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