Parcheando el medio ambiente

Ayer tuve la oportunidad de charlar con el investigador estadounidense Wallace S. Broecker, al que se considera el 'padre' del cambio climático por haber expuesto esta teoría en 1975, en un artículo publicado en la revista Science bajo el título 'Cambio Climático: ¿Estamos al borde de un calentamiento global pronunciado?'. Su paso por Madrid vino motivado por los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, dotados con 3,2 millones de euros -según escuché, los más dotados económicamente después de los Premios Nobel-. Broecker es el ganador de la categoría 'Cambio Climático', como no podía ser de otro modo.
Buena parte de la charla que mantuvimos se puede repasar en la edición de hoy de Público, pero quisiera dedicar este espacio a dos reflexiones. La primera de ella va dirigida a los parches que tenemos que ir poniendo al desastre medioambiental que estamos provocando. La teoría expuesta por Broecker pone de manifiesto que las energías renovables no serán capaces de sustituir a los combustibles fósiles hasta, al menos, dentro de 50 años. Como solución temporal, se propone capturar el CO2 que expulsamos a la atomósfera mediante una técnica de filtros sintéticos. ¿Qué se hace con el CO2? Se almacena. No se puede hacer otra cosa porque aún la ciencia no ha evolucionado lo suficiente como para saber qué hacer con el dióxido de carbono.

¿Por qué no se ha avanzado lo suficiente? En buena parte, por la segunda de mis reflexiones y que surge a raíz de lo que relataba ayer el científico estadounidense: El filántropo y fundador de la compañía Land’s End, Gary C. Comer -fallecido en 2006-, donó 6 millones de dólares al desarrollo del proyecto de captura de CO2, pero en la actualidad la financiación para fabricar los prototipos no está llegando. “Los grupos de capital riesgo no quieren invertir porque el retorno de la inversión es de unos 30 años; es una vergüenza que no se destinen los recursos suficientes y hasta la fecha se haya destinando lo que gana un futbolista en una temporada”.

¿Qué tiene que suceder para que los gobiernos se conciencien de que a este paso no tendrán qué gobernar?

Y otro dato preocupante, de cara a la Cumbre de Copenhague del próximo mes de diciembre: EEUU llegará con actitud más positiva de lo que lo hacía con, según Broecker, "el bufón" de Bush, pero qué hará China es una incógnita... aunque todo hace indicar que no está dispuesta a renunciar a las toneladas de CO2 que expulsa su economía emergente.
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