Dobles lecturas

Daniel Sánchez Arévalo estrena el próximo mes de septiembre "Gordos", película en la que se relatan las experiencias de los miembros de una terapia de grupo en la que participan personas con problemas de obesidad, complejos, fobias, obsesiones, traumas, miedos... El marketing del largometraje se ha levantado sobre las transformaciones que sufrieron los protagonistas: mientras uno hubo de engordar 40 kilos, otra adelgazó 25.

300 millones de personas padecen obesidad en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, diversos estudios ponen de manifiesto que el 15% de los españoles es obeso y el 37% pesa más de lo que debería. Los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística indican que el 37,8% de las personas de 18 y más años tiene sobrepeso y un 15,6% presenta obesidad. Entre la población de dos a 17 años, el 18,7% tiene sobrepeso y el 8,9% es obeso, lo que nos sitúa a la cabeza de la Unión Europea.

Además, recientemente, durante la celebración de I Curso Internacional de Cirugía Bariátrica, celebrado en el Hospital Universitario de Getafe (Madrid), se calculó que en nuestro país se realizan entre 4.000 y 5.000 intervenciones de cirugía bariátrica cada año, la única solución curativa para los pacientes con obesidad mórbida.

En este contexto, parece que Sánchez Arévalo ha tenido material más que de sobra para elaborar el guión de la pélícula. Haciendo una doble lectura encontramos otra cuestión muy distinta que me plantea serias dudas: si este elevado porcentaje de personas que padece obesidad y están tremendamente acomplejados por ello (hay muchos que no lo están, claro) querrán ver la película. ¿Les apetecerá entrar en una sala de cine para ver una película titulada 'Gordos' y exponerse a las miradas de los 'delgados'? Porque a buen seguro las habrá...

Dicho de otra manera: Si mañana se estrenara la película "Calvos", ¿cuántos calvos acudirían a la sala? ¿Y cuántos se quedarían con las ganas de ver la película en una sala de cine pero no lo harían en espera de bajárse de Internet? Probablemente muchos, porque somos de naturaleza cruel en ese sentido y no dejaríamos pasar la oportunidad de hacer algún comentario supuestamente graciosillo al respecto.

Y eso que de los calvos sabemos mucho menos que de los gordos (dicho con todo el cariño, que escribir todo el tiempo 'obesidad' y 'alopecia' me resulta artificial). Prueben a buscar estadísticas de calvos en España... aunque, ojo, que las redes sociales también se han organizado ya.
Next Post Previous Post

Sin comentarios