La SGAE tira de los clásicos

'Vergonzoso' es el único adjetivo que se me ocurre para calificar una de las últimas actuaciones de la SGAE, por la que obliga al ayuntamiento de la localidad extremeña de Zalamea de la Serena a pagar cerca de 14.000 euros por representar "El Alcalde de Zalamea".

Las reacciones no se han hecho esperar: a estas horas, ya había más de 60 comentarios en Público, con perlas como:

"¿De verdad ves lógico cobrar 14.000 € por representar en un ayuntamiento una obra de un autor del siglo XVII? ¿no es eso un claro abuso y una extralimitación a todas luces?"
o
"Y esos dineros para quien van? El sr calderón creo que murió en el siglo xvii, y herederos directos, siendo clérigo no tendrá. Qué cachondeo se traen, es increíble".

Parece un auténtica locura que la SGAE haga esto. Incluso, si fuera verdad el siguiente comentario: "Lo que se ha utilizado es una EDICIÓN de la obra de Calderón. Y lo que está sujeto a derechos es esa edición. No la obra en sí. ¿Queda claro? Los manuscritos de Calderón están a libre disposición para quien quiere utilizarlos en ediciones no sujetas a derechos de autor. Sólo que han elegido una que no tenían que haber elegido", parece demasiado rebuscado y ruin.

Y de algo se tendrá que avergonzar la SGAE cuando en su página web, en el espacio que dedica a sus apariciones en prensa, no incluye nunca noticias como ésta o aquella ocasión en que coló un detective en una boda para ver si ponían música sin haber pagado derechos. A mi, desde luego, se me caería la cara de vergüenza.
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3 comentarios

  1. Buenísima la imagen montaje de la Sgaepoly. Es una vergüenza lo de esta gente.

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  2. Sí que lo es, por mucho que se haya utilizado una adaptación de un autor moderno, creo que hay límites que marca la misma lógica. A veces, más que proteger, se convierten en aves carroñeras...

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  3. Si es vergonzoso lo de Zalamea, y el problema esta en la estrategia de la SGAE modificar las obras por un autor vivo para seguir cobrando, La Obra original hace mucho que paso a disposiciòn publica libre de ningun cargo.

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