El ‘eco-calzado’ echa a andar

Cualquier ciclo productivo es susceptible de ser mejorado en pos de una mayor sostenibilidad. Así lo demuestra el proyecto que va a desarrollar la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE), del que me hago eco en un artículo de la edición de hoy en Público. Se trata de un plan para que las empresas tradicionales del sector calzado implementen nuevas estrategias de gestión, dirigidas al mantenimiento de los niveles de empleo y la sostenibilidad.
No es la primera vez que se avanza en este campo: el tratamiento de residuos de tintas de impresión, el pegado de calzado sin disolventes, el desarrollo de telas de carbón activado, el tratamiento de los efluentes de los acabados en piel o la reutilización de las cenizas de piel curtidas son sólo algunos de los proyectos desarrollados por el Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas (INESCOP), que cuenta ya con más de 600 empresas asociadas.
Pero hay más. el aporte de las universidades en este campo es crucial. Así, la Universidad de Santiago de Compostela (USC), cuyo equipo de la Escuela Superior de Ingeniería está comandado por el catedrático Enrique Roca, se centra en el desarrollo tanto de procesos como de productos sostenibles. Dada su situación geográfica, se presta para la colaboración activa con la empresa gallega Inditex en el diseño de calzado ecológico.

Uno de los primeros proyectos llevados a término, en el que también colaboró la empresa Valora, fue la dirigida a evaluar la sostenibilidad del sector textil. Para ello, se realiza un análisis del ciclo de vida del producto, determinando dónde se acumulan las cargas ambientales a lo largo de todo el proceso de producción. Al mismo tiempo se concreta la huella ecológica, es decir, se identifican los límites de la sostenibilidad ambiental o, lo que es lo mismo, se precisa cuál es la cantidad de terreno necesario para obtener los recursos de cara a una determinada actividad. Con estos datos es posible realizar una gestión eficiente de los recursos, reduciendo el impacto ambiental y las emisiones de CO2.

Por otro lado, la USC y la Federación también han desarrollado trabajos dirigidos al calzado ecológico, analizando las posibles liberaciones y acumulaciones de contaminantes o agentes químicos en el proceso de fabricación y en el producto final y estableciendo unos valores límites permitidos.

La colaboración de la USC y las empresas del calzado es tal, que incluso se ha desarrollado un proyecto junto a las otras dos universidades gallegas para favorecer las tiendas ecológicas, poniendo el énfasis en los recubrimientos químicos de las superficies de madera de los muebles.
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