El ejército de católicos histéricos


La Iglesia genera estrés. Está claro. En pocos meses, si los católicos son tan católicos como debieran ser, estarán que se subirán por las paredes. Un ejército de católicos histéricos llenarán las calles, enrabietados, desorientados... será el inicio del apocalipsis... de hecho, ahora se explica uno la crispación procedente del PP... es sólo el principio.

¿Por qué? Bueno, la Iglesia no permite el uso de anticonceptivos, con lo que todo el que no tenga pareja estable y quiera tener hijos, ya se puede cortar de ir disparando por ahí con su pistolista... salvo que sean balas de fogueo, claro. Porque si por un casual deja embarazada a su pareja, aunque sea accidentalmente, que no se le ocurra abortar o usar la píldora abortiva, que se convetirán automáticamente en herejes, siendo excomulgados de la Iglesia.

Plan B: en momentos de tensión sexual, para evitar uso de anticonceptivos, para huir de los embarazos no deseados, ¿qué hacer? Masturbarse, práctica que todos los sexólogos ven con buenos ojos. Pero la derecha y la Iglesia no lo ven así, de hecho, creen es comparable a la drogadicción y no dudan en criticar talleres de sexualidad.

Así las cosas, con toda la tensión que uno tiene ahora en mitad de la crisis, llega el Arzobispado de Barcelona y pide más ayudas económicas a sus fieles. Vamos, que el católico de bien no va a llegar a fin de mes y encima no se va a poder desahogar. ¿Por dónde saldrá esa tensión? Lo que digo... el apocalipsis...

... salvo que, uno pudiera pensar, muchos de los que salen a la calle a manifestarse en pro de la familia católica sean los mismos que usan anticonceptivos, que conocen a alguien que lo ha hecho o incluso ellos han tenido que recurrir alguna vez a la píldora abortiva, que no han llegado ni llegarán vírgenes al matrimonios, que se han ido a la Ciudad Universitaria a mantener relaciones prematrimoniales en el coche...
Noooo, pero no seré mal pensado. Preparémonos para esa crispación.
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