Las medias tintas

El Periódico de Cataluña publica un editorial sobre Aminatou Haidar y el conflicto que se ha producido. Este periódico, uno de los más comprometidos informativamente hablando con la causa saharaui, sorprende con un editorial flojo y cargado de medias tintas. Parece, más bien, toda una disculpa al Gobierno, no pudiendo negar lo innegable, pero condicionándolo:
"Desde luego, al Gobierno se le puede afear su falta de reflejos cuando permitió la entrada en España de Haidar, sin prever las consecuencias. Puede incluso reprochársele que no pusiera el derecho internacional y la conveniencia política por delante de otras consideraciones. Pero carece de justificación decir que el Gobierno ha arrojado la toalla o que descarga todo el peso del desenlace de la crisis en Haidar".
Lo más salvable de este artículo de opinión es el siguiente párrafo:
"Suponer que el Gobierno dispone de resortes ocultos para inducir a Marruecos a rectificar es desconocer los condicionantes de las relaciones con nuestros vecinos del sur y la naturaleza de la monarquía alauí, bastante diferente de las democracias coronadas europeas. Basta con recordar que una de las primeras condiciones puestas por Marruecos es exigir a Haidar que pida perdón a Mohamed VI, piedra angular de todo el andamiaje institucional".
¿Qué estamos temiendo con estas posturas tan poco definidas? ¿Con estas declaraciones que tratan de contentar a todo el mundo? En este tema, como en tanto otros, es mejor callarse que no posicionarse de un lado o de otro, pero tratar de dar la razón a todas las partes es delatarse como inconsistente y, en lo que respecta a este tema, de integridad volátil.
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