Obama se compra una cárcel

En un estado como España es impensable dar una noticia como la que hoy pueden leer los estadounidenses en los diarios: Obama se compra una cárcel. Como lo oyen. En concreto, se trata del Centro Correccional Thomson, una cárcel de máxima seguridad en una pequeña localidad al oeste de la ciudad de Chicago.

La medida forma parte del cierre de la base naval de Guantánamo (Cuba), que aún acoge 215 presos, y su objetivo es acoger a decenas de detenidos de la prisión militar que habrán de ser trasladados en breve. El nuevo hogar de los presos fue construido en 2001, con un coste de 120 millones de dólares y vocación de formar parte del sistema penitenciario federal. Ahora parece que se hará realidad. El debate entre los que defienden los puestas de trabajo versus los que creen que se convierte al correcional en un nuevo objetivo terrorista ya se han abierto.

El cierre de Guantámano sigue siendo una incógnita puesto que, aparte de este traspaso, aún quedan otros 40 que serán juzgados fuera de la base, aún no se sabe cuándo -imagen, juzgados ahora después de todo este tiempo encerrados-; otros 90 serán enviados a terceros países y 75 quedan aún flotando en el vacío jurídico.