Europa saca los colores a España por el escándalo de la minería leonesa


Hoy firmo en Público un nuevo artículo sobre el atentado ecológico que se está produciendo en la comarca de Laciana (León). Hubiera quien pudiera pensar que el brazo ejecutor únicamente es Coto Minero Cantábrico (Minero Siderúrgica de Ponferrada), pero no es así.

La empresa de Victorino Alonso es sólo una pieza más dentro del oscuro entramado que se mueve en la minería leonesa. Eso es, quizás, lo más triste. Lo evidencia el dictámen de la Comisió Europea que sanciona "al Reino de España" por haber concedido licencias de explotación a cielo abierto sin haber realizado antes la correspondiente evaluación de impacto ambiental. Ahí tenemos la implicación de Administración local, regional y central. Todos juntos 'colaboran' para que se produzca esta situación, a pesar de su diferente signo político. Algo que, al final, pagamos todos.

¿Qué intereses se esconden detrás para que Coto Minero actúe con esta impunidad y, lo que es más grave, siga recibendo ayudas para la explotación del carbón? Evidentemente, el primer pensamiento nos encamina al dinero y a veces, sólo a veces, la explicación más clara es la verdadera.
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