11 litros de cultura

11 litros de cultura es lo que muchos pensarán que se ha perdido en la Plaza Monumental de San Marcos de Aguascalientes (Méjico). Para mí, en cambio, supone 11 litros de vida. Son los 11 litros de sangre que ha perdido el torero José Tomás, uno de los máximos exponentes de ese bien de interés cultural que declaran Madrid o Valencia y Murcia, tras la grave cogida sufrida en Méjico.

No puedo decir que sienta más pena que la mínima exigida por el decoro de quien no desea ningún mal a un ser humano, pero nada más. El mismo grado de pena y/o admiración me causa que pierda la vida en el ruedo que lo haga de vejez. Así de crudo. Quien busca la muerte continuamente, como es su caso, infringiendo daño innecesario a un animal como el toro, sabe a qué se expone. La cultura es así, ¿no, 'amigos taurinos'?

La misma cultura por la que estáis dispuestos a pagar 3.000 euros en la reventa, cuando el precio original es de 128 euros. La misma cultura que a punto ha estado de llevarse una vida humana más... aún en riesgo.
¿De verás hablamos de un 'interés de bien cultural'? Deberíamos jugar con las palabras y declararlo 'interés de mal cultural'.