El limbo de sus señorías

El famoso encuentro del Gobierno con las 25 primeras empresas del país -al final será 30, sin que sepamos cuál ha sido el criterio seguido (facturación, empleados, IBEX...)-, es una prueba más de cuán alejado de la realidad se encuentra Rodríguez Zapatero. Y aquí Rajoy ha sabido jugar sus cartas, siendo él quien se reúne con los autónomos, porque no olvidemos que el presidente ha renunciado a reunirse con el 80% del tejido empresarial español, esto es, pymes y autónomos. Y ha renunciado porque a las críticas de la oposición, no ha dicho ni mu. Como tampoco dice nada de que muchas de las empresas con las que se reunirá, en una acto inédito de patriotismo (juas, juas, chascarrillo) están retirando masivamente los fondos de sus SICAV.

Comenterio aparte merece Díaz-Ferrán cuando acusa a Zapatero de confiar en "multimillonarios" y ningunear a las pymes... bueno, es lo que básicamente lleva haciendo la CEOE toda su vida. Mención especial también a cómo ZP se ha topado con el NO de algunos de los empresarios convocados y, en cierto modo, es lógico, primero por la improvisación de la reunión y, segundo, porque ni siquiera les ha avanzado un orden del día.

Y es que, en términos generales, nuestros políticos han perdido el sentido de la realidad porque viven en un limbo de comodidades a años luz de lo que vivimos los ciudadanos de a pie. Como muestra, un botón: ¿sabían ustedes que el Congreso de los Diputados dispone de su propio servicio de guardería? Sí, señor, se lo adjudicó este año a la empresa Workandlife, que ya tiene otros jugosos contratos con la Administración. ¿Cómo de jugosos? Pues en el caso del Congreso de 1 millón de euros, aproximadamente.

Teniendo en cuenta que los pliegos hablan de siete empleados (más personal de limpieza) y que todo el suministro de agua, luz, teléfono, aire acondicionado, calefacción, detección y extinción de incendios lo pagamos los españoles (el Congreso, vaya) echen cuentas ustedes mismos. Eso sí, consideren que en 2006, el coste anual del servicio era de 190.000 euros; ahora 250.000 euros. Parece algo excesivo, desde luego, sobre todo cuando uno lee en los diferentes diarios regionales las cruda realidad de lo difícil que resulta a un ciudadano encontrar plaza en una guardería pública. Señorías, ustedes sí que saben conciliar (la guardería es de 8 a 21 horas de lunes a viernes, con posibilidad de prolongar si hay Pleno)... a costa nuestra, pero saben, eso es innegable.
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