Sáhara: Zapatero se queda solo

La Administración Zapatero ha sido víctima de su propia deshonestidad. Ha ignorado lo que reclama el pueblo al que representa, ha obviado lo que, aunque de manera tibia, se ha pedido desde el Europarlamento y el Congreso de los Diputados, ha prostituido el derecho a la información y de libertad de prensa... todo, con tal de contentar a Marruecos. Incluso el Banco de España se marchó de Ceuta y Melilla. Pero da igual, a pesar de todo, la dictadura de Mohamed VI amenazó ayer con revisar su relación con España.

¿Cuál ha sido la respuesta de Zapatero? Diálogo. "Mantener abiertos todos los canales de comunicación". No me molestaré siquiera en traducirles lo que eso significa, dadas las concesiones que ya ha hecho nuestro Gobierno a Mohamed VI, al que le chirrían todos los puntos aprobados ayer en el Parlamento. Vuelve 'bambi', podría ser el titular del nuevo escenario que se abre ante nosotros, y lo hace con más talante que nunca (subtítulo). Pero, en realidad, Zapatero se ha quedado sólo, porque estar rodeado de quienes le siguen con los ojos cerrados traicionando lo que años antes defendieron (Trinidad Jiménez, Leire Pajín, Bibiana Aído...), es como estar sólo. No aporta nada.

Personalmente, creo que es un farol de Marruecos porque, dado que lo tiene todo ganado (explotación ilegal de recursos naturales saharauis, caladeros de pesca, connivencia de España cuando pisotea los Derechos Humanos...), tiene más cosas que perder. Eso sí, mientras la Administración Zapatero ofrece diálogo, Marruecos prepara una segunda Marcha Verde a Ceuta, más allá de lo que hará mañana mismo. Hay rumores que hablan de que esperar a la muerte del rey Juan Carlos, aprovechando el periodo de inestabilidad que se producirá en España. Y más diálogo ante las últimas revelaciones de Wikileaks que ponen de manifiesto gravísimos casos de corrupción, en los que el Palacio Real alauita exige comisiones para el desarrollo de proyectos inmobiliarios -curiosa manera de entender la libertad de información de El País, por cierto, que obvia dar nombres "para no perjudicar a los afectados", pero de Gürtel sí que se hincharon a dar nombres. Sólo digo que da qué pensar.

Y a la señora Jiménez se la ha tragado la tierra. Al parecer, sigue necesitando más tiempo para saber qué sucedió realmente en el Campamento Dignidad aquel 8 de noviembre. De nada parecen servirle los dos informes independientes de Human Rights Watch o de Amnistía Internacional o, incluso, de parlamentarios españoles. Imagino que la ministra habrá decepcionado a muchos y, además, con pocas posibilidades de redimirse.
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