Botella dimisión

Nunca antes se habían vivido índices de contaminación tan elevados como los que se sufren ahora en Madrid. La boina de polución hace que se pierdan en el horizonte los rascacielos que pagamos todos los madrileños al desembolsar al endeudado Real Madrid dinero por su antigua ciudad deportiva -lo que habría que discutir ahí, ahora que Madrid tiene el ayuntamiento más endeudado de España...

Madrid supera los límites establecidos por la Unión Europea, aunque estos datos no son nuevos. Ya Ecologistas en Acción lo denunció en 2004. Entonces, la situación no era tan grave, porque las estaciones de medición estaban en su sitio, esto es, combinando parques y jardines con zonas de alta densidad de tráfico. Sin embargo, ahora  los índices de contaminación son más elevados a pesar de que estaciones como las del Paseo de la Castellana (espina dorsal que cruza el centro de la ciudad) se eliminaron; es decir, que incluso teniendo situadas estratégicamente los dispositivos de medición en las áreas con menos humos, Madrid sigue batiendo récord de polución.

Los médicos son claros: "Estas concentraciones afectan a la salud, sobretodo a las personas con enfermedades respiratorias como asma y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). La alta contaminación puede agravar sus síntomas y también puede favorecer el desarrollo de otras dolencias". De hecho, los ecologistas hablan de un incremento del 5% de la mortalidad.
Y en medio de esta situación tan demoledoramente negativa, a la concejal de Medio Ambiente, Ana Botella, sólo se le ocurre escupirnos a la cara la siguiente reflexión: "La gente está deprimida por el paro. Eso asfixia más". Resta importancia a los índices de polución y asegura que "la calidad del aire de Madrid es la mejor que hemos tenido en la historia", atribuyendo los altos niveles actuales de dióxido de nitrógeno al buen tiempo de estos días.
 
Uno puede entender que el alcalde de Madrid, a dos meses de las elecciones municipales, no tenga el valor suficiente -ni la confianza- para restringir YA el tráfico en la almendra central, pero que en mitad de un evidente fracaso de la concejalía de Medio Ambiente, su máxima responsable -y segunda en las listas para el ayuntamiento de Madrid-, mezcle churras con merinas y se ría de la salud de la ciudadanía con tamaña desfachatez, es intolerable. Botella debería echarse a un lado, o sea, dimitir ipso facto -o, por lo menos, dado que previsiblemente el PP revalidará alcaldía, no volver a asumir cargo alguno- y dejar su puesto a gente más competente que, por otro lado, la hay a patadas.
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