Libia y la honestidad bajo la alfombra persa

La situación en Libia es insostenible. Mientras el hijo del dictador Gadafi amenaza con aplastar las revueltas "a cualquier precio", la ONG Human Rights Watch (HRW) ya eleva el número de muertos a 233. Llegados a este punto, uno se pregunta cuál debería ser el papel de Occidente -además de un nuevo Plan Marshall para favorecer la construcción democrática-. EEUU ya ha condenado los hechos y ha mostrado su apoyo al cambio, a ese supuesto complot del que se habla desde el gobierno de Gadafi. En realidad, es un movimiento más estratégico que en pos de la libertad de los pueblos, puesto que eliminar de un plumazo a molestos personajes como Gadafi en Libia o Ahmadinejad en Irán es positivo para sus intereses. Y, de hecho, ya ha movido ficha mandando al  jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, el almirante Mike Mullen.

Pero, ¿y Europa? ¿Qué se se supone que debe hacer la Unión Europea, siempre tan a remolque de lo que diga EEUU? Por lo pronto, ha emitido una declaración conjunta condenando "la represión contra los manifestantes pacíficos" y expresando su "extrema preocupación" por la situación en el país. En nuestro país, la ministra Jiménez condena las dictaduras en general pero elude dar nombres concretos en un ejercicio patético de falta de integridad. Incluso, en referencia a las manifestaciones de ayer en Marruecos, se limita a hablar de "normalidad democrática" y mide cuidadosamente sus palabras. Últimamente, cuando se le pregunta por el Magreb o Extremo Oriente, tengo la sensación de que va a pedir el comodín de la llamada y, claro está, llamar al ministerio de Economía para ver el estado de cuentas y si es conveniente o no cerrar el grifo a un dictador.


Pero, ¿qué legitimidad podemos tener en nuestras críticas a Gadafi -entendidas éstas como las de España- cuando hace tan sólo unos meses Zapatero se reunía con el dictador y le transmitía el saludo y el aprecio del rey de España? Entonces, se reunieron para hablar de inversiones que podrían rondar los 15.000 millones de euros pero es que un año antes el Borbón se reunió también con Gadafi para abrir la puerta a una mayor inversión española en Libia. Y mucho antes, también lo habia hecho Aznar. Cuando uno esconde la honestidad bajo la alfombra persa pagada por dictadores es difícil dar marcha atrás.

Ya hay rumores de que Gadafi habría huído a Venezuela... Chávez le habrá dicho "si no nos ayudamos los dictadores entre nosotros, ¿quién nos va a ayudar?".
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