La mujer trabajadora y su burbuja digital

Mañana se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y hoy se pueden leer noticias en los medios que destacan la poca presencia de la mujer en las cúpulas empresariales. Es una muy mala noticia comprobar cómo la mujer no sólo no logra acceder a estos puestos sino que, además, en los casos en los que lo consigue, la diferencia salarial respecto al hombre puede alcanzar un 20%.

La Ley de Igualdad no ha conseguido enderezar una problemática 100% cultural, si es que por cultura podemos entender el machismo más retrógrado. Sin embargo y en pleno 'boom' de las redes sociales, quizás debería ser el momento de dar un paso hacia atrás y hacer un ejercicio de autocrítica. Si bien es verdad que a la mujer se le cierren constantemente puertas, no es menos cierto que ella misma se cierra otras.

Es un hecho que el peso de las redes sociales ha cobrado un protagonismo incuestionable. Algunas de estas redes, como Linked-In, se han convertido en auténticos buscadores de talento e, incluso, en algunos casos han desplazado al tradicional headhunter. Pues bien, en todo el mundo, la proporción de hombres y mujeres usuarios de Linked-In es de 60-40%, y en España esa diferencia se acrecienta. El Informe eEspaña de la Fundación Orange pone de manifiesto que el perfil del usuario de la red social Twitter es un varón, de aproximadamente 30 años. Y a pesar del pobre uso que hacen las mujeres de las redes sociales profesionales, en cambio, lo hacen de manera intensiva en el caso de las redes 'ociosas'. 

Y, dejando al margen las bondades o no del fenómeno del networking profesional,  la pregunta aquí es: ¿se está cerrando puertas la mujer en un ámbito en el que la igualdad estaba a su alcance? Diría que sí y que, al hacerlo, no sólo pierde terreno frente al hombre en el ámbito virtual, sino también en el real por ese fuerte componente de cazatalentos de las redes. Quizás mañana sea un buen día para, al menos, explorar el mundo de las redes sociales y no dejar escapar más trenes de los que los hombres ya hacen perder.
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