Abstención de conveniencia

Sea como fuere, en tan solo tres votaciones sumaba ya 23 abstenciones, cuando he topado con la votación de una proposición de ley para reformar la Ley de Enjuiciamiento Civil en relación con la ejecución hipotecaria. La propuesta partía del BNG, del Grupo Parlamentario Mixto, (BNG, Na Bai, UPyD, UPN, Coalición Canaria) y venía a flexibilizar la tiránica ley actual que permite que a un hipotecado sin posibilidad de pago no sólo se le embargue la casa, sino que además, que continúe debiendo dinero al banco.
BNG proponía, por ejemplo, la entrega de la vivienda en pago como cancelación de la totalidad de la deuda hipotecaria y otras medidas, como procesos de negociación que conduzca a una moratoria en el pago de los plazos pactados, así como la transformación en un contrato de alquiler con opción a compra. ¿Saben cómo se saldó la votación -rechazada, por cierto-? Con 9 votos a favor 161 en contra (PSOE) y 163 abstenciones (PP, PNV y CiU).
A todo esto, el servicio de Prensa camuflaba la noticia en mitad de una nota acerca de la aprobación de leyes de represión del contrabando; seguridad alimentaria; y uso de las tecnologías de la información en la Administración de Justicia. Curioso.
¿Esas abstenciones no son una irresponsabilidad democrática? ¿Qué son? ¿Acaso es el reflejo del miedo a votar lo que se sabe de antemano que saldrá -ya sea aprobación o rechazo- por defraudar al electorado? Más transparencia y, sobre todo, ejemplo y responsabilidad política, pues ante ciertos temas o se está a favor o en contra, pero es imposible NO estar.
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