Rajoy y el PePino

El mismo día que Rubalcaba arrancaba su particular campaña de 'primarias monocandidato' en Sevilla, Rajoy ha decidido reactivar su agenda con una reunión con sus flamantes presidentes regionales. En posterior rueda de prensa, en la que ha invertido más tiempo en responder a las preguntas que a contar el propósito de su convocatoria, ha lanzado la idea de realizar auditorías en todas y cada un de las Comunidades Autónomas en las que gobierna. ¡Oh, casualidad! El mismo día que conocemos que las previsiones que se realizaron en marzo sobre la economía sumergida en nuestro país son aún peores: superan el 21% del PIB... o el crecimiento del empleo público, a un ritmo de 70.000 nuevos puestos al año.

Buena la iniciativa de las auditorías, siempre y cuando vengan acompañadas de una transparencia cristalina. Esto quiere decir que los resultados de los exámanes será públicos y objetivos tanto en las que gobernaba otra fuerza política antes del 22M como en las que ya se encontraba el PP; de lo contrario, la idea de unas auditorías daría la sensación de que únicamente ha sido alumbrada únicamente para sacar los colores al PSOE de cara a las generales del 2012 -que motivos, por otro ladom seguramente no falten-. En una primera lectura, más de un gobierno del PP lo tendrá crudo, pues los datos publicados ayer no eran muy optimistas, sobre todo en Comunidades como Baleares o Murcia, feudos del PP antes del 22M -en el caso isleño, con corrupción de por medio.

Nota al margen requiere la foto comiendo pepino... por eso de dar ejemplo. Del mismo modo, bien podría haberse retratado con un llana y cemento en la mano, en recuerdo de los afectados de Lorca; abrazado a Javier Gómez, por aquello del matrimonio gay o quemando un ejemplar del diccionario de la Real Academia de Historia.

Pero no, Rajoy prefiere el PePino.
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