Los indignados piden justicia

Ayer, el Movimiento 15M volvió a dar una lección de compromiso y constancia. En pleno mes de julio y a pesar de las vacaciones, los indignados inundaron Madrid con sus cánticos de protesta, con un mensaje acusador muy enfocado hacia segmentos como la banca. Se unían así todas las columnas que han venido a pie desde cerca de medio centenar de localidades españolas, demostrando que el movimiento no ha perdido fuerza, haciendo gala de un grado de implicación con la crisis política, económica y social que asola España que aún no han demostrado muchos políticos y mucho menos patronal y empresarios. Porque, aunque ya no salga en los medios, las asambleas por barrios están más activas que nunca. Como ayer se cantaba, ''de Norte a Sur, de Este a Oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste''.

Y es que no faltan motivos, pues en los días previos a la unión llegó el batacazo de la CAM y su intervención por parte del Banco de España que nos costará a los ciudadanos, como poco, 2.000 millones de eurosa a fondo perdido. Y sus dirigentes, de rositas, en lugar de ser ellos los juzgados por mala gestión y, desde luego, asumir el coste con sus bienes. Porque no podemos olvidar que la CAM se embolsó sólo en plusvalías por la fusión Unión Fenosa-Gas Naturual más de 500 millones de euros en 2008, por ejemplo, o que en 2009, su presidente Modesto Crespo mintió descaradamente al asegurar que "Caja Mediterráneo ha hecho los deberes, no sólo por su tamaño y su solidez, sino también porque posee cuotas participativas". Y no los tenía hechos. Ese mismo año se vería un claro declive de casi el 50%, aunque ganando limpios de polvo y paja más de 200 millones de euros.

Crespo volvería a mentir cuando aseguraba que 2010 no se saldaría con pérdidas e, incluso, se indignaba antes la sola sugerencia de estos números rojos. A día de hoy, se estima que en 6.000 millones la pérdida en el activo total de la caja que, descontando sus provisiones por 4.300 millones, dejarían un un desfase por cubrir de unos 1.700 millones.

Y mientras, por este alarde de 'buena gestión', ¿cuánto se embolsaba Modesto Crespo? Pues 300.000 euros al año... eso sí, mientras anunciaba despidos del 10% de la plantilla o la solicitud de 1.600 millones al FROB. Crespo y el resto de los consejeros de administración de la CAM deberían sentarse en el banquillo para ser juzgados.

Eso es justicia. Por eso gritaban ayer los miles de indignados en Madrid.
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