Manifestación israelí en Cisjordania contra la solicitud de Palestina ante la ONU de ser reconocida como Estado. Los colonos, armados hasta los dientes (Oliver Weiken/EPA)
mira es que los judios siempre lo han tenido meridianamente claro y nosotros no.
No se les entiende porque no se les quiere entender
Para muestra un boton, copio:
ZEEV JABOTINSKY (1887-1940)
Podría ser considerado como el portaestandarte radical, y nadie se escandalice, del nacional-sionismo. Nació en Odessa y quedó impregnado por su peculiar espíritu. Sus estudios en Suiza y su dedicación al periodismo para publicaciones rusas de índole sionista le llevaron a diversos países europeos y también a Egipto. Pero fue Italia la que le deslumbró y más decisivamente conformó su peronalidad y su pensamiento político.
Desde joven llamó la atención Jabotinsky por su heterodoxia sionista, la cual nunca le abandonó. Cuando estudiaba en Berna asistió a una conferencia en la que Najmanm Sirkin expuso algunas de las ideas sionistas que he recogido al tratar de él. En la fase de debate escandalizó Jabotinski a los judíos asistentes con estas palabras: "No sé si soy socialista porque aún no conozco esa teoría, pero sin duda soy sionista, porque el pueblo judío es tan malo que sus vecinos lo odian con justicia; su fin en la diáspora sera una noche de San Bartolomé general y su única salvación en su emigración colectiva a la Tierra de Israel". Pero volvamos a su impregnación italiana, resolutiva en cuanto a su radicalismo nacionalista.
"En la Universidad italiana -escibió Jabotinski- fueron mis maestros Antonio Labriola y Enrico Ferri y la fe en la justicia del régimen socialista que ellos plantaron en mi alma, la conservé como cosa sobreentendida, hasta que saltó hecha añicos ante el ejemplo del intento rojo en Rusia. La leyenda garibaldina, los escritos de Mazzini, los poemas de Leopardi y Giusti, enriquecieron y profundizaron mi sionismo, del sentimiento instintivo a concepción". Más adelnte, tras analizar los movimientos políticos en que se debatía Italia tras el asentamiento de la unidad nacional explcaría: " Antes no había ni siquiera indicios de ese culto de la disciplina que posteriormente había de expresarse en el fascismo. Si mi memoria guardó recuerdos de señales que anticiparon ya entonces un cambio en las corrientes, esas señales no se refirieron precisamente a Mussolini sino a Marinetti, o sea a esa corriente literaria y filosófica que luego habría de adoptar el nombre de futurismo; esa corriente tuvo quizás, por misión anticiparse a la doctrina de Mussolini". .....
y quien quiera entenderles algo mas que busque los escritos de este señor Saludos
mira es que los judios siempre lo han tenido meridianamente claro y nosotros no.
ResponderEliminarNo se les entiende porque no se les quiere entender
Para muestra un boton, copio:
ZEEV JABOTINSKY (1887-1940)
Podría ser considerado como el portaestandarte radical, y nadie se escandalice, del nacional-sionismo. Nació en Odessa y quedó impregnado por su peculiar espíritu. Sus estudios en Suiza y su dedicación al periodismo para publicaciones rusas de índole sionista le llevaron a diversos países europeos y también a Egipto. Pero fue Italia la que le deslumbró y más decisivamente conformó su peronalidad y su pensamiento político.
Desde joven llamó la atención Jabotinsky por su heterodoxia sionista, la cual nunca le abandonó. Cuando estudiaba en Berna asistió a una conferencia en la que Najmanm Sirkin expuso algunas de las ideas sionistas que he recogido al tratar de él. En la fase de debate escandalizó Jabotinski a los judíos asistentes con estas palabras: "No sé si soy socialista porque aún no conozco esa teoría, pero sin duda soy sionista, porque el pueblo judío es tan malo que sus vecinos lo odian con justicia; su fin en la diáspora sera una noche de San Bartolomé general y su única salvación en su emigración colectiva a la Tierra de Israel". Pero volvamos a su impregnación italiana, resolutiva en cuanto a su radicalismo nacionalista.
"En la Universidad italiana -escibió Jabotinski- fueron mis maestros Antonio Labriola y Enrico Ferri y la fe en la justicia del régimen socialista que ellos plantaron en mi alma, la conservé como cosa sobreentendida, hasta que saltó hecha añicos ante el ejemplo del intento rojo en Rusia. La leyenda garibaldina, los escritos de Mazzini, los poemas de Leopardi y Giusti, enriquecieron y profundizaron mi sionismo, del sentimiento instintivo a concepción". Más adelnte, tras analizar los movimientos políticos en que se debatía Italia tras el asentamiento de la unidad nacional explcaría: " Antes no había ni siquiera indicios de ese culto de la disciplina que posteriormente había de expresarse en el fascismo. Si mi memoria guardó recuerdos de señales que anticiparon ya entonces un cambio en las corrientes, esas señales no se refirieron precisamente a Mussolini sino a Marinetti, o sea a esa corriente literaria y filosófica que luego habría de adoptar el nombre de futurismo; esa corriente tuvo quizás, por misión anticiparse a la doctrina de Mussolini". .....
y quien quiera entenderles algo mas que busque los escritos de este señor
Saludos