El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se ha movido hoy en
arenas movedizas al anunciar que trabaja en una reforma legal por la que
se incluirá como “delito de integración en organización criminal” a quienes alteren “gravemente el orden público” o concierte concentraciones violentas a través de las redes sociales en internet. Incluirá como delito, además, “la resistencia activa o pasiva grande ante las fuerzas de seguridad”.
¿Por qué son arenas movedizas? Porque si algo ha quedado demostrado
con las denuncias populares y el centenar de vídeos y fotografías de los
disturbios vividos en pasadas manifestaciones es que el ministro no es
objetivo ni imparcial en sus valoraciones. Es un hecho que se han
producido actitutes violentas y, por tanto, sancionables por parte de
muchos manifestantes, pero no es menos cierto que se han producido
abusos policiales que, no sólo no ha sancionado el Gobierno, sino que ha
justificado y aplaudido.
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