Filipinas tras el paso del tifón Haiyán: 10 millones de damnificados y alrededor de 10.000 muertos.
Un país en estado de calamidad nacional que tiene a sus espaldas la
losa del cambio climático, el mismo que impulsamos desde países ricos en
los que jamás nos alcanzará un tifón de como Haiyán.
Filipinas antes del tifón: casi un 30% de la población viviendo en la
indigencia mientras según el Banco Asiático de Desarrollo el país crece
a un ritmo interanual de un 6%. Un país en el que 5,5 millones de niños
de entre 5 y 17 años son explotados, según informes de la Organización
Internacional del Trabajo, un millón y medio más que hace una década. Un
lugar donde la principal preocupación de muchas niñas de 13 años es no
quedarse embarazada o contraer sida de algunos de sus clientes
occidentales, en un país donde la explotación sexual es un negocio al
alza.
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