Seguramente habrá quienes a pesar de este decálogo, continúen defendiendo el fútbol a
capa y espada. Habrá quien, muy acertadamente, matice que lo que
realmente critico yo es el negocio del fútbol, no el deporte en sí, pero
¿saben qué? Es casi lo mismo, porque ¿cuántos de los que distinguen
entre fútbol y negocio del fútbol ven alguna vez un partido de
categorías inferiores, un partido de fútbol base? En porcentaje respecto
al total, una cantidad mínima. Les invito a que confeccionen su propia
lista.
1.- Los sueldos que cobran las mega estrellas no sólo son exagerados sino, además, totalmente injustificados. Con lo que pagó el Real Madrid por Bale
se podrían cubrir todas las becas de comedor y libros (y sobra) que la
Comunidad de Madrid daba antes de que Esperanza Aguirre arrancara la
oleada de recortes. La cuantía del fichaje de Bale es siete veces mayor
que lo que Madrid ha presupuestado en 2014 para estas becas.
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