Diez inventos de Escocia sin los que no puede vivir un inglés

1. La Enciclopedia Británica. Sí, como lo oyen: el gran tesoro cultural de Reino Unido vio la luz por primera vez en 1768... en Edimburgo. Tras 244 años de editarse en papel (los 32 tomos de la última en papel, la de 2010, costaba algo más de 1.000 euros), en 2012 optó por pasarse al formato digital. En la actualidad ni siquiera tiene sede en Reino Unido: está en Chicago (EEUU).  

2. La BBC. Aunque no es cierto que sea un invento escocés, lo que sí es verdad es que la BBC tal y como la conocemos hoy, como televisión independiente de servicio público, se la debemos al escocés John Charles Walsham Reith, que en 1922 fue contratado como su primer director general.  

3. Sherlock Holmes. El popular detective del método deductivo, que reside en el 221B de Baker Street de Londres y que ha protagonizado incontables versiones tanto en papel como en radio, televisión y cine (la última versión manga) no habría existido nunca de no ser por el escocés sir Arthur Conan Doyle, nacido en Edimburgo en 1859.  

4. La partícula de Dios. El popular bosón de Higgs que persigue desentrañar el misterio del origen de la materia, fue descubierto por el científico Peter Higgs (Premio Nobel de Física en 2013, junto al belga François Englert). ¡Error!, pensarán: Higgs es inglés. Cierto, pero donde desarrolló su teoría y el espacio en el que pudo realizar sus investigaciones no fue otro que la Universidad de Edimburgo.  

5. El golf. Aunque hay diversas teorías que sitúan el origen del golf en los Países Bajos (en holandés, ‘kolf’ significa 'palo'), lo cierto que es que el deporte entendido como hoy se practica se inventó en la costa escocesa allá por el siglo XV. Entonces tuvo tanta popularidad que, incluso, el rey James II tuvo que prohibirlo en 1457 porque en lugar de practicar tiro con arco la gente jugaba al golf.  

6. La bicicleta a pedales. Según las estadísticas de la Asociación de la Bicicleta, en Reino Unido podemos hablar de unos 23 millones de bicicletas, uno de los medios de transporte más utilizados. Pues bien, la primera bicicleta a pedales y con palancas de conducción fue un invento del herrero escocés Kirkpatrick Macmillan en 1839. En 1842 conseguiría recorrer los 64 kilómetros que separaban su ciudad, Dumfriesshire, de Glasgow.  

7. El tostador eléctrico. Al menos un pequeño porcentaje del famoso desayuno inglés se lo debemos en la actualidad a Alan MacMasters, que en 1893 inventó el primer tostador eléctrico de pan. Aunque con algunas deficiencias técnicas, llegó a comercializarse por la Crompton, Stephen J. Cook & Company con el nombre de Eclipse.  

8. El impermeable. Aunque las estadísticas difieren mucho dependiendo del año y de la región del país, podemos decir sin despeinarnos que en Inglaterra llueve una media de 170 días al año. Gracias al químico escocés Charles Macintosh los ingleses pueden estar un poco más secos (al menos por fuera), pues en 1823 descubrió por accidente cómo impermeabilizar los tejidos.  

9. El inodoro. Según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud, los británicos beben una media de 13 litros de alcohol puro al año, es decir, el equivalente a unas 500 pintas de cerveza. ¿Entienden ahora por qué le deben tanto a Alexander Cumming? Este relojero de Edimburgo patentó en 1775 el inodoro moderno, con el desagüe en forma de S para evitar que las aguas residuales retornaran a la casa.  

10. La oveja Dolly (la segunda). Tienen razón: los ingleses podrían vivir sin ella, pero ¿acaso no merece una mención el primer mamífero clonado de la Historia? Fue obra de Ian Wilmut y Keith Campbell, dos científicos del Roslin Institute de la Universidad de Edimburgo en 1996. Viviría seis años.
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