Podemos está subiendo como la espuma. Diría, incluso, que ya no es correcto hablar de fenómeno, sino de algo que ha llegado para quedarse, aunque fracase.
Esa es la verdadera clave de su éxito. Sus detractores, que
fundamentalmente son PP, PSOE y UPyD, comparten exactamente los mismos
argumentos, cometiendo el mismo pecado del que acusan a Podemos:
demagogia.
Me explico: los partidos del bipartidismo (porque ven
rota su alianza forjada en la Transición) y UPyD (porque ve frenado en
seco su avance) tachan a la nueva formación política de demagoga con una
serie de argumentaciones sin peso específico y extraordinariamente
superficiales. Más allá de las acusaciones sin pruebas
que lanzan en relación a una hipotética financiación del socialismo
latinoamericano (incluso de Irán), la principal arma arrojadiza que
emplean es la del populismo.
Los partidos que se sienten
amenazados por Podemos denuncian que éste realiza promesas que no se
pueden cumplir cuando en realidad son cosas que, no sólo sí se pueden
cumplir, sino que ya tenían que haberse realizado si PP y PSOE no las
hubieran impedido sistemáticamente desde la llegada de la democracia.
Seguir leyendo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario