No lo hace un partido de la oposición ni un grupo de anti-sistemas; lo hace la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC): exigen la dimisión de la ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por haber recibido en el ministerio a Rodrigo Rato.
Haberle tenido allí la reunión otorga al acto la naturaleza de oficial,
una oficialidad que en cambio y como también denuncia la propia AUGC,
Fernández Díaz no tiene con la propia Guardia Civil, pues no asiste a los plenos de sus Consejos "ni afronta los graves problemas internos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".
En
las filas tanto del Gobierno como del PP saben que la metedura de pata
ha sido de órdago y guardan silencio y se escabullen de los micrófonos y
grabadoras que les persiguen. Es otro de esos capítulos -uno más- en
los que los de Génova tienen que defender lo indefendible, justificar lo injustificable... pero a pocos meses de las Generales, los efectos no son los mismos.
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