El pasado mes de mayo, Greenpeace aupaba a Apple
en el top de transparencia acerca del uso que realizaba de la energía,
comprometiéndose a que el 100% de la misma era renovable. Sin embargo,
organizaciones como Truth Out aseguran que la compañía de la manzana no es sincera cuando afirma, por ejemplo, que este objetivo del 100% es ya una realidad en algunas instalaciones como la de Maiden, en Carolina del Norte –según apunta en alguno de sus informes-.
El poder del marketing de Apple es innegable y en materia medio ambiental no es una excepción, contando con un espacio monográfico en su página web.
En este espacio es, precisamente, donde la compañía afirma que
prácticamente el 100% de las fuentes de energía que emplea en sus
instalaciones son renovables, incluidos los más de 450 Apple Store que
tiene repartidos por todo el mundo (de los que ya tiene algo más de
360). En el caso de España, la multinacional asegura que las 11 tiendas que tiene ya consumen el 100% de energías limpias.
Truth
Out ha investigado los suministros de alguna de las instalaciones de
Apple en EEUU, concluyendo que no es tan limpio como en realidad
asegura. El fabricante del iPad afirma en su informe de 2015 que el 76%
de la energía de sus centros de procesos de datos se basa en el
autoconsumo con paneles fotovoltaicos (20%) y con biocombustible (37%),
indicando que el resto de la energía procede del proveedor NC
GreenPower.
Sin embargo, Truth Out contradice la versión de Apple, indicando que toda la energía que precisa la compra, en realidad, a Duke Energy Carolina,
que en marzo de este año únicamente tenía cerca del 0,02% de su mix
energético renovable, puesto que la mitad procede de los combustibles
fósiles o alrededor del 33% de la energía nuclear.
Tal y como desveló Wired
en 2012, la relación entre Apple y Duke, mantenida en secreto, data al
menos de siete años atrás. No existiría relación, pues, con NC
GreenPower para proveer ese 24% de energía restante y, en su lugar y
siempre de acuerdo con Truth Out apoyándose en la responsable de
comunicación de NC GreenPower, Apple estaría comprando certificados de energía renovable para compensar la ‘energía sucia’ que consume de Duke, algo que estaría haciendo desde hace unos tres años.
A su favor, sí hay que admitir que a través de los paneles fotovoltaicos y el biocombustible, la compañía del iPhone genera unos 167 millones de KWh
que, según la legislación vigente en Carolina del Norte vende a Duke,
tal y como confirmó la Comisión de Utilties del Estado el pasado mes de
junio.
El problema de fondo de Apple, como sucede en el nivel de los Gobiernos, es que comprar bonos compensación de energía contaminante no reduce la contaminación ni los gases de efecto invernadero.
De hecho, basándose en los propios informes de Apple, Truth Out estima
que desde que la planta de Maine, que pasa por ser una de las más
importantes de la multinacional, arrancara en 2010, habrá emitido alrededor de 244.000 toneladas de CO2,
es decir, el equivalente a quemar más de 141 millones de kilos de
carbón. Y las emisiones van a más, puesto que de 2012 a 2013 crecieron
un 43% y de 2013 a 2014 un 22%.
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