Masturbación contra el COVID-19

Encima de confinad@s, jugando al solitario o solitaria, pensarán. Bueno, lo cierto es que no lo digo yo, lo dice el Departamento de Salud de Nueva York, que acaba de recomendar la masturbación como la mejor manera saciar los apetitos sexuales en tiempos del coronavirus... eso sí, lavándonos previamente con agua y con jabón las manos, así como los juguetes que empleemos. Por cierto, el documento del Departamento de Salud también incide en lavarse también después... para l@s olvidadiz@s.


El tuit es contundente y a las parejas confinadas puede caerles como un jarro de agua fría: “Besar y lamer puede contagiar el COVID-19. Tú eres tu pareja sexual más segura”. Ya hay numerosos medios que se han hecho eco de la noticia, destacando los efectos beneficiosos de la masturbación para aliviar la tensión en situaciones de estrés y, con ello, apoyar al sistema inmunológico.

Más allá del toque jocoso que se le puede dar, lo cierto es que ver cómo unas autoridades sanitarias se preocupan de la salud sexual de la ciudadanía no es muy común. No lo veremos en España con este Gobierno y mucho menos con las alternativas que hay en la oposición. ¿Se imaginan a un gobierno de Pablo Casado o Santiago Abascal recomendando la masturbación?

Pues en Nueva York no sólo sucede, sino que también sugieren alternativas como el sexting, videocitas virtuales o salas de chat. En tiempos de pandemia, numerosos portales de contenido pornográfico han abierto al público sus espacios de pago Premium, pareciendo apoyar la causa. Según publicaba recientemente Los Ángeles Times, las ventas de juguetes sexuales se han disparado, en algunos casos un 30% y, en otros, muy por encima del 100%.

Obviamente, y a pesar de la decidida apuesta por la masturbación, el Departamento de Salud ‘consiente’ sexo entre dos personas, siempre y cuando formen parte del círculo próximo –que se conviva- y, remarca, porque en estos tiempos lamentablemente parece que a algunos cavernícolas hay que recordárselo, que sea consentido. Asimismo recuerda que no sólo los besos son vectores de contagio; también lo son el sexo oral y el rimming, esto, lamer el ano o lo que popularmente se conoce como ‘beso negro’.

Y por supuesto, hace un llamamiento a evitar el sexo con personas que presenten algún síntoma del coronavirus. En esos, remite a la primera máxima: "la pareja sexual más segura eres tú".
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