De los cantos de sirena del fascismo europeo a los arrecifes de exclusión

La victoria de la socialdemócrata Magdalena Andersson en Suecia con más del 30% de los votos ha quedado empañada con el ascenso de la extrema derecha, que se convierte en la segunda fuerza política del país con más del 20% de apoyo del electorado. En época de incertidumbre, el fascismo toma impulso con su lenguaje simplón que continúa calando en ciertos segmentos de la población. Suecia no es una excepción; todo apunta a que la ultraderechista Georgia Meloni se alzará también con la victoria en Italia. ¿Y en España? ¿Qué sucede con Vox desinflado? En España ya está el PP.

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