El intento de golpe de Estado que se vivió ayer en Brasil, dos años después del asalto al Capitolio por las huestes de trumpistas, es un clon de éste último y nos recuerda el peligroso modo en que a la derecha se le atraganta la democracia. Sucede también en España, donde en el pasado esta misma derecha nos condujo a una guerra civil vía un golpe de Estado y ahora, una parte de ella (Vox), ni siquiera tiene una mala palabra para las huestes de Bolsonaro.
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