Los empresarios no hacen porque se les quiera. Uno lo intenta cada vez que les escucha entonar con cara de cordero degollado que son ellos quienes generan riqueza o cuando donan equipos médicos que desgravan... Pero cuesta, no lo ponen fácil. El imperio Inditex es un ejemplo de que adorar a los Ortega no es tarea fácil. El mismo año que sus empleadas de tienda han tenido que ir a huelga en toda España para tener un salario digno es cuando el grupo ha ganado más de 4.000 millones de euros.
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