España esconde la cabeza en el Sáhara

Ayer fue un día negro. Cerca de 2.500 personas marchaban en la segunda edición de la Columna de los 1.000, la manifestación que exige el derribo de la pared que divide en dos el Sáhara Occidental, así como la celebración del referédum de autodeterminación que, a pesar del acuerdo tras la guerra, el rey de Marruecos, Mohamed VI está parando ante la pasividad internacional.
De hecho, durante la marcha no se personó ningún miebro de la Misión de la ONU para el Sahara Occidental (MINURSO).

Pues bien, en mitad de la marcha, un grupo exaltados ha atravesado la zona de seguridad y, sin que los militares marroquíes intervinieran, ha explotado una mina antipersona. ¿El resultado? El joven que la pisó ha perdido la pierna y otro, de 21 años, podría perder la vista a causa de la metralla.

El Gobierno español no se ha manifestado como deberiera. Nos encanta mirar a otro lado, a pesar de que en la página 301 del último programa electoral del PSOE se dice: "España apoya las negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario bajo el auspicio de Naciones Unidas, con el fin de alcanzar para el conflicto del Sáhara, en el marco del derecho internacional, una solución política justa, duradera, democrática y aceptable para todas las partes implicadas que permita la autodeterminación del pueblo saharaui".

Se veía venir, tal y como vaticinaban antes de las elecciones los chicos de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS - SAHARA), detallando los partidos políticos que se comprometían abiertamente.

Y es que la situación allí cada día es más lamentable, con situaciones tan dramáticas como las expuestas en la Revista el Observador, donde se pone de manifiesto que se va a peor.

Claro, que eso de "bajo el auspicio de las Naciones Unidades"... ¿Acaso la ONU lo ha hecho mejor?
Desde luego que no. Aparte de destrozar restos arqueológicos, no ha hecho gran cosa. Incluso sólo para confirmar a Christopher Ross, de 65 años, como nuevo mediador en el conflicto del Sáhara Occidental, le ha llevado a Ban Ki-moon, el secretario general de la ONU, nada menosque cuatro meses. Increíble.

Como ya he publicado en este blog en alguna ocasión, del 4 al 10 de mayo organizamos la VI edición del Festival Internacional de Cine del Sahara (FiSahara). Este año contaremos con la presencia de Rossy de Palma, Álex de la Iglesia y el triunfador de los Premios Goya, Javier Fesser, entre muchos otros. La lista de películas que se proyectarán en la muestra es muy amplia también, con las dos películas del Che, Los abrazos Rotos, Los Crímenes de Oxford, Camino, El Truco del Manco, etc. Y la lista de talleres que se impartirán es interminable.

Pero el FiSahara, no lo olvidemos, es la excusa. Más allá de todas las actividades culturales que llevamos allí a cabo con los saharauis, lo realmente importante, es que sirva para llamar la atención de la comunidad internacional sobre el conflicto. Que todos hagamos fuerza y reclamemos la justicia que el pueblo saharaui tiene. Visita la web de FiSahara y encontrarás más información o únete a su grupo en Facebook. En El País, si no conoces los orígenes del conflicto tras el abandono del Gobierno español, puedes informarte en este link.

¡Apoya la causa!

¿Sobre las minas? Leed el discurso de Gervasio Sánchez cuando recogió el Ortega y Gasset de El País. Lo entederéis todo.
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