El sector agrario por fin se mueve
La Fundación Biodiversidad, de la que ya he hablado en alguna ocasión en dbnews, está desarrollando un labor encomiable en pos del cuidado del medio ambiente. Una de estas acciones se concreta en Empleaverde, iniciativa de la que me hacía eco en la edición de Público de ayer, y que concentra casi medio centenar de 'proyectos sostenibles'.
Empleaverde aúna dos beneficios sociales: por un lado el fomento de la creación de empleo y, por otro, la mejora del medio ambiente. Cuenta con un presupuesto de 2007 a 2013 de 44,1 millones de euros, esperando crear 150 empleos directos -aunque llegará a más de 250.000 trabajadores-. En esta última convocatoria, se han adjudicado 49 proyectos, en donde los concedidos al sector profesional, empresarial y sindical han sido mayoría, con 22 iniciativas.
El proyecto Aqua-Nostrum de la diputación de Málaga, descrito en Público, es sólo una pequeña muestra de las ideas lanzadas al Programa Empleaverde. Pero hay muchos más, sobre todo en el sector agrario que, con 22 proyectos, es el que más iniciativas acapara. Falta le hacía a este sector que, con diferencia, es uno de los que más 'chupó del bote' de los Fondos Europeos sin aprovecharlos para innovar. La práctica habitual de mirar para qué cultivos hay subvenciones cada año y cultivar sin cosechar, para coger el dinero y salir corriendo, ha hecho mucho daño al sector.
Pero algo está cambiando. Un ejemplo de ello es el proyecto Olivar ecológico en la sierra de las Nieves, desarrollado por la mancomunidad de los municipios de esta sierra y que persigue la trasformación del olivar de la Reserva de la Biosfera Sierra de las Nieves en cultivo ecológico.
Cuenta con un presupuesto de 346.666,67 € y en 20 meses creará 2 empresas, desarrollará 330 acciones formativas y a la labor de asesoramiento y divulgación se unirán dos estudios para conocer la situación real del sector y sentar las bases para saltar al cultivo ecológico.
Introducir innovaciones de este calado no sólo implica hacerlo a pie de campo, sino que también es imprescindible trasladarlas a los sistemas de acreditación de la calidad y origen y a las nuevas vías de comercialización, detalles que no se pasan por alto en el proyecto.
Así las cosas y aún cuando sigue siendo imperativa una renovación integral de nuestro sector agrario, se detectan importantes avances que no sóloterminará por mejorar la productividad por implicar mayor cualificación, sino que con la supresión de prácticas actuales agresivas con el medio como son la utilización de plaguicidas, pesticidas, herbicidas y abonos químicos, se impulsarán los beneficios ambientales.
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