Chávez insulta de nuevo a la Democracia

Hay muchos defensores del régimen de Hugo Chávez en Venezuela. Muchos y no me refiero a los pobres, a los venezolanos de los estratos sociales más bajos a los que 'engaña' con su populismo. No. Me refiero a gente con la que hablo aquí en España y que defienden a este dictador del siglo XXI. Y sí, digo "dictador" porque eso mismo es lo que es. La RAE así lo define: "1. m. y f. En la época moderna, persona que se arroga o recibe todos los poderes políticos extraordinarios y los ejerce sin limitación jurídica. 2. m. y f. Persona que abusa de su autoridad o trata con dureza a los demás". Esta todo dicho, ¿no?

Si no fuera así, basta remitirnos al último insulto de Chávez a la Democracia: su ley mordaza. Se trata de un proyecto de ley en virtud del cual una información considerada "falsa", "manipulada" o "tergiversada", que cause "perjuicio a los intereses del Estado" o atente contra la "moral pública" o la "salud mental", habrá incurrido en un "delito mediático" y sus autores podrán ser castigados hasta con cuatro años de cárcel.

Ya hay numerosos medios que lo han denunciado, porque es un verdadero atropello a la libertad. También lo ha hecho Human Rights Watch, cuyo director para las Américas José Miguel Vivanco ha asegurado que "estamos frente al ataque más frontal a la libertad de expresión en Venezuela desde que Chávez asumió el poder. Con la excepción de Cuba, Venezuela es el único país en la región al cual le resultan abiertamente indiferentes los estándares universales sobre libertad de expresión".

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) también se ha apresurado a denunciar esta medida que el propio Chávez bautiza como "ley sobre delitos mediáticos". El titular de la SIP Enrique Santos Calderón ha afirmado que "se trata de un golpe devastador contra lo que queda de democracia en Venezuela".

Y es que un dictador no es sólo quien llega al poder por la fuerza y una democracia no es tal porque el mandatario haya sido elegido por el pueblo. Hay muchos grados entre ambos extremos y Chávez ha demostrado cómo las elecciones no legitiman su poder.

Lamentablemente, la prensa y la libertad de expresión e información no vive sus mejores momentos en Latinoamérica a juzgar por las denuncias de la SIP. Y llegados a este punto me pregunto: si Honduras tuviera tanto petróleo como Venezuela, ¿habríamos asistido a una denuncia global como la vivida? Creo que no. Y es que una dictadura nunca se mantiene sin apoyos exteriores y Chávez los tiene... muchos... y hablan su mismo idioma.