PSOE y PP defienden el maltrato animal

El Pleno del Senado ha rechazado hoy la moción presentada por Entesa Catalana de Progrès (ECP) por la que se pedía la revisión de la normativa sobre declaración de Fiestas de Interés Turístico Nacional o Internacional, fundamentalmente, aquellas en las que se produce maltrato a animales o personas. Tan sólo ha conseguido 30 votos a favor, de los grupos políticos más minoritarios, y PSOE y PP se han puesto de acuerdo -debe de ser de las pocas veces que lo hacen-para votar con contra.

El senador de la Entesa Josep Maria Esquerda ha hecho hincapié en que, lejos de querer prohibir, lo que se pretendía era dejar de promocionar al amparo del Estado el maltrato contra los animales y deslindar este maltrato animal de la tradición.

Y es que la tradición no puede ser defensa suficiente para justificar el maltrato animal. O no debería, más aún en acciones, como el 'toro de la Vega' que están muy lejos de cualquier supuesto arte taurino -para el que quiera ver arte en ello-. Mal que le pese al Gobierno o al PP, cuyo senador Javier Marqués argumenta que son fiestas de "gran tradición, a veces de cientos de años" y que "atraen turistas y son acontecimientos de primer orden".

Y entonces lo entendí todo; supe por qué se ha rechazado a la revisión: el Marqués llegó a considerar que la definición de maltrato era opinable. Eso evidencia su condición y, en consecuencia, intuyo que más por instinto que por lógica, el Marqués no quiso votar algo que podría perjudicarle a su propia 'persona'...

Y no puede evitar acordarme de una frase que escribió una amiga mía esta mañana en Facebook, que a su vez, escuchó a un hombre en el metro de Buenos Aires: "para hacer una política decente sólo hacen falta personas decentes". Pues eso.