La Web 2.0 a debate
Esta tarde he tenido la oportunidad de disfrutar de una conferencia-coloquio sobre la Web 2.0 en la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), en compañía de cuatro pesos pesados de este mundillo: Javier Celaya (evangelizador del fenómeno), Mildred Laya (incombustible y prueba viva de lo que es reinventarse), Alex Brull (pragmatismo 2.0) y Juan José Amorín (emprendedor apasionado).Una de las muchas cosas para lo que me ha servido es para evidenciar una buena y una mala noticia. La mala, que todavía reina un enorme desconocimiento del tema en los profesionales que nos dedicamos a la información, desde periodistas a directores de comunicación y agencias. La buena es que existe mucha inquietud y, de hecho, la sala de la APM estaba a reventar.
Si hubiera que resumir las intervenciones de los másters, he aquí un par de citas por barba:
Celaya.
"Se habla mucho de la Web 2.0 en comunicación externa, pero será más importante si cabe en la interna, para retener el talento y gestionar el conocimiento".
"Nosotros sólo tenemos poder sobre un tercio de nuestra reputación digital; los otros dos tercios está en manos de terceros, de lo que los otros digan y compartan".
Laya.
"Estamos en una fase de prueba-error y no hay que ponerse el traje Web 2.0 de golpe, no hay por qué estar en todas las redes sociales y, desde luego, los directores generales no tienen por qué tener un blog personal".
"Sin pasión, sin emoción, nada triunfa en la Web 2.0"
Brull.
"Web 2.0 consiste en hablar y escuchar; muchas empresas están perdiendo parcialmente el control de los mensajes que llegan a sus consumidores o clientes".
"No debemos tratar de controlar la Web 2.0 pero sí monitorizarla, saber qué se está diciendo de nuestras marcas".
Amorín.
"En todos los países en los que la penetración de Interner ha llegado al 50% ha cambiado el panorama; en España está pasando y, por ejemplo, el crecimiento de la publicidad online será significativo en 2010".
"La moneda de cambio en este nuevo mundo, sobre todo bajo el modelo de la gratuidad, es la atención; quien no cuide eso fracasará".
David Bollero
Periodista freelance
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