Tijeretazo a la pasión del I+D+i

Hoy realizo en Público un repaso sobre los últimos proyectos de geoingeniería, esto es, las técnicas que tratan de contrarrestar los efectos del cambio climático mediante la manipulación del medio ambiente. Al margen de los posibles daños colaterales que pueden traer consigo este tipo de proyectos -los chinos son expertos en provocar lluvia a la carta con yoduro de plata en las nubes-, algunos de estos proyectos son más propios de la ciencia ficción que de la realidad.

Sin embargo, otros muchos no y, a pesar de la incredulidad que puedan generar, algunas de estas acciones de investigación se realizan en España. Este es el caso del almacenamiento de CO2 en elsubsuelo, como cuenta María José Jurado, investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera.

Pero estos proyectos no son fáciles de llevar a cabo. El día que conseguí entrevistar a Jurado, eran las seis y media de la tarde y ella regresaba de una jornada de trabajo de campo, con lluvia, y sin haber comido todavía. Era un día más o menos habitual para ella, pero el entusiasmo y la pasión por lo que hace contrarresta esos pormenores.

Sin embargo, a partir de ahora hará falta más entusiasmo, más pasión, porque lo que es dinero, poca cosa. Una de las cosas que evidencian los nuevos presupuestos del Estado es el recorte en I+D+i, a pesar de que el propio Zapatero, en su reciente intervención en la Asamblea de la ONU, propusiera a todos los países que destinaran el 0,7 del PIB a I+D+i en materia energética.

Mal asunto este y los científicos lo han querido dejar patente con su manifiesto, en el que apuntan que "el Plan de Economía Sostenible del Gobierno no puede llevarse a efecto con éxito sin contar con una sólida base científica".
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