Aluvión de televisiones locales
No corren buenos tiempos para la televisión, se mire como se mire. Si lo hacemos desde la óptica de las cadenas, sus ingresos están descendiendo dramáticamente hasta el punto de sonar continuamente rumores de fusiones por los pasillos. En el caso de las privadas, con accionistas ante los que responder, la situación era tan desesperada que consiguieron presionar tanto a Zapatero que éste suprimió la publicidad en TVE.Así está ahora el presidente de RTVE, Luis Fernández, planteándose seriamente su dimisión... Pero no les era suficiente a las privadas, también quieren la 'cabeza' de las autonómicas.
Si nos ponemos en el lugar del espectador, la situación no es más favorable: muchos canales, más aún con la imposición de la TDT, y escaso contenido... y el que hay, brilla por la ausencia de su calidad.
Precisamente por este panorama tan lamentable, sorprende que los alcaldes de España estén dispuestos a lanzar una treintena de televisiones nuevas. Lo harán en Internet -obvio hablar del escenario económico en este ámbito, pero aunque las expectativas parecen mejores, no levanta cabeza-, para "acercarse más al ciudadano".
Ya no entro en aspectos financieros, por mucho que esté apoyado por el programa Eurípides de la Fundación Europea para la Sociedad de la Información, me preocupa el contenido y, sobre todo, que si autonómicas como Telemadrid se convierten en instrumentos de propaganda política, ¿qué podemos esperar de las televisiones locales al servicio de las alcadías? Huele mal. Muy mal.
David Bollero
Periodista freelance
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