Lavados de conciencia



Las críticas por parte de la iglesia católica a la celebración de Halloween no están exentas de motivos: La fiesta pagana le ha comido terreno a la religiosa... y por eso están preocupados en las iglesias, porque ven cómo la festividad que un cura un buen día se sacó de la manga -o del hábito- ha dejado de cuajar entre los fieles. Fue Urbano IV, el papa número 182 el que un buen día del siglo XIII se le ocurrió establecer el día porque no había días suficientes para dedicar a los mártires. Es decir, que en realidad el origen de esta festividad inventada por un cura ni siquiera rendía homenaje a todos los cristianos, como pretende hacernos ver la iglesia católica, sólo a unos elegidos.

Es curioso cómo el director de la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el padre Joan María Canals, para desprestigiar Halloween -cuyo origen es irlandés, no estadounidense- declara que "los padres deben ser conscientes y encauzar el sentido de fiesta hacia lo bueno y a la belleza, en vez del terror, el miedo y la misma muerte". Pero si la base del catolicismo es el miedo a lo prohibido, es el castigo al pecado... al pecado mortal, no olvidemos la expresión.

Sea como fuere, es absurdo establecer un día concreto para rendir homenaje a nuestros muertos, como es absurdo hacerlo para los enamorados -San Valentín- o a las madres -el día de la madre-. Que cada cual sea consciente de lo que hace el resto del año, pero no por contribuir al negocio de las floristerías una vez al año, se es más honesto con el que ya no está.

En todo caso, lo importante, lo realmente importante, es cómo fuiste mientras esa persona estuvo aquí... ¿todo lo demás? Lavados de conciencia que se van por el desagüe.
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1 comentario

  1. ya, pero molaba que tus abueletes te contasen historias y anécdotas de los ausentes de la famailia, a la luz y las sombras de las lamparillas, mientras comíamos castañas asadas y llegaba la hora de dormir con un cierto escalofrío.

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