orgullo PÚBLICO

Desde que viera la luz hace poco más de dos años, se ha hablado mucho de Público, del empresario que se encuentra detrás del proyecto y de los fichajes estrella que se realizaron. Siempre es bueno que hablen de uno, aunque yo no soy de los que incorporan la coletilla "aunque sea mal". Me parece del género idiota. Lo que sucede es que, en este caso, los que hablaban creían que lo hacían mal, pero nada más lejos de la realidad.

Arremeter contra un diario que tiene el valor de ver la luz en un escenario en donde la pluralidad se estaba perdiendo delata miedo, porque el nuevo actor puede desestabilizar el sistema mediático. Hablar de fichajes estrella... ¿desde cuando es negativo? Si son merecedores de ese calificativo es porque se lo han ganado con su experiencia, con su saber hacer.

Y sí, yo soy colaborador de Público, a mucha honra. Para mi es un honor poder arrimar el hombro con un equipo como el de este diario. La semana pasada despidieron a 16 personas. Era el único de los diarios de  tirada nacional que aún no había metido el tijeretazo. La solidaridad por parte de los compañeros en seguida se hizo notar. El mismo jueves, el diario salió sin firmas y ahora, aunque aún está por aprobar definitivamente, el grueso de la plantilla está de acuerdo en rebajarse un 5% el sueldo para conseguir que se readmita a sus compañeros.

Cada uno es esclavo de sus propias circunstancias y uno no quisiera hacer juicios a la ligera pero es inevitable recordar a esos grandes diarios, esos que arremetieron contra Público y que cuando han metido el tijeretazo de despidos han agachado la cabeza, han callado y tirado 'palante'... salvo que la sombra del ERE sobrevolara, que entonces acechaba a todos.

En fín, que hoy, más que nunca, siento un privilegio poder juntar mis letras con las de mis colegas de Público, que consiguen hacer un diario con mucho más que información y fuentes, como se ha constatado.
GRACIAS
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