Air Comet: pesadilla antes de Navidad


640 empleados en la calle y más de 1.500 pasajeros con billetes comprados y sin poder volar. Esa es la situación creada por la gestión de Gerardo Díaz Ferrán -presidente de la CEOE- y su socio, Gonzalo Pascual al frente de Air Comet, perteneciente al holding Marsans. La situación es tal, que ayer un juez británico embargó 13 aviones de la compañía al admitir una demanda por impago presentada por el banco alemán Nord Bank. La deuda asciende a unos 17 millones de euros.

El ministerio de Fomento ha dado de plazo hasta el mediodía de hoy para que Air Comet presente un plan para solucionar la situación en que se encuentran los pasajeros, la mayoría de ellos en pleno regreso a sus hogares por Navidad. Llegados a este punto se plantean dos cuestiones cruciales:

Por un lado, ¿debería dimitir Díaz Ferrán como presidente de la CEOE? Diría que sí, no sólo porque su gestión al frente de la compañía ha dejado mucho que desear sino, además, porque ahora su gestión al frente de la patronal difícilmente no estará condiciona por su situación personal. Y aquí no vale poner a disposición el cargo, como ya hizo, sino que hay que ser honesto y dimitir. Escuché la semana pasada el ejemplo de que que poner a disposición el cargo era como si un padre de familia le dijera a su mujer y a sus hijos que se va de casa... y, claro, no le dejan. Pero ese no es un buen ejemplo: lo sería si el padre se hubiera 'pulido' todos los ahorros en vicios y hubiera dejado a la familia muy por debajo del umbral de la pobreza. Que diga entonces si se va de casa, veremos la reacción de sus hijos y mujer...

Por otro lado, quiero pensar que a Fomento no le temblará la mano a la hora de sancionar o tomar las debidas medidas respecto a Air Comet por el hecho de que Díaz Ferrán sea presidente de la CEOE y, por supuesto, que éste no crea que se le debe ningún trato de favor. En este caso, moralmente -aunque no legalmente- su cargo en la patronal no es atenuante sino agravante.
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