Del copago al doble-pago sanitario

Bajo el título de "100 ideas para remontar", El País publica hoy la receta de 100 expertos para superar la crisis. Entre las primeras medidas figura el copago en Sanidad, para "evitar el sobreuso del sistema pero que esté vinculado a la renta". No he leído más. Me he 'encabronado' -perdón- y lo he dejado ahí. Si ustedes lo leen, ya me dirán cómo termina.

Un nuevo golpe a la línea de flotación del Estado de bienestar, aunque viene ya de lejos, antes incluso de la crisis, lo que aún es más preocupante. De hecho, el alumno aventajado del PP en Madrid, Güemes, ya abrió el debate en 2008, con antecendentes claros en la consejera catalana, la Geli, tristemente popular estos días por haber recibido los insultos de tertulianos ultraconservadores de Intereconomía. El PSOE, entonces, se escandalizó. Hoy, en cambio, es la propia Elena Salgado la que coquetea con la idea, si bien cuando ella misma era ministra de Sanidad rechazó frontalmente la alternativa.

Creo que hay medidas mucho más interesantes en el ámbito sanitario, como es el fomento de las nuevas tecnologías y, sobre todo, abrazar la unidosis, mal que le pese al lobby famarcéutico. EEUU hace años que lo tiene y los ahorros que se podrían obtener superan los 300 millones de euros al año. ¿Por qué tener que comprar la caja entera de medicamentos si el médico sólo nos ha prescrito la mitad? Sencillo, para que las farmacéuticas hagan caja. ¿Efectos colaterales? La automedicación, por ejemplo, porque como sobran medicinas, siempre las tenemos a mano -cuando no caducan- para poder tirar de ellas tras nuestro autodiagnóstico.

Espero que el copago no prospere. Lo primero que deberían cambiar es la nomenclatura: no es un 'copago', sino un 'doble-pago', que no es lo mismo. Sería una medida equivocada que evidenciaría, una vez más, la incapacidad por parte de nuestros gobernantes de atajar problemas. Si esa es su mejor solución para frenar los abusos que se realizan de la Sanidad pública, ¿qué podemos esperar del resto de los problemas?