Enloquecer para vivir con honor

Esta tarde se ha celebrado un acto en el Congreso de los Diputados para celebrar los 100 años del grupo parlamentario socialista, encarnados en el fundador del partido Pablo Iglesias. El acto, que ha servido para la presentación del libro'Las voces de Pablo Iglesias', ha contado con la intervención de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero.

La retransmisión en directo se ha ofrecido por CNN+ y confieso que no he llegado a tiempo de atender al expresidente. Sin embargo, tras el acto he escuchado a Carmen Morodo, adjunta a la dirección de La Razón, y algo me dice que su sentir es el mismo que el de muchos socialistas: "Felipe González representa los tambores de guerra y Rodríguez Zapatero la música de violín... y ahora necesitamos los tambores". Algo avanzaba ayer mismo el director de ABC Ángel Expósito y, a decir verdad, no creo que lo hagan con el único ánimo de torpedear la línea de flotación socialista. Algo de razón tienen.

Por otro lado, escuchar las palabras de Zapatero me intranquilizan: Continúa enarbolando orgulloso la bandera del gasto social -mérito, es cierto, no le falta-, pero parece olvidar que también le corresponde a él haber acometido el mayor recorte de esta partida en toda la historia de la Democracia. Y, lo que me ha matado, lo expreso de manera tan gráfica, ha sido escucharle que "esta crisis, no lo olvidemos, no comenzó aquí [en referencia a Europa]". Mal vamos si a estas alturas seguimos pensando que, de no haber explotado la crisis de las subprime en EEUU no habría sucedido nada en Europa, en España.

Es un error de bulto encomendarse, como parecía hacer Zapatero en su discurso, a que las economías emergentes -"China, India y Brasil"- no podrán mantener mucho tiempo más sus ratios de competitividad porque "comenzará a generarse una creciente demanda de derechos sociales y de los trabajadores", como de hecho sucede en Europa. ¿De veras cree el presidente que esa es la raíz de nuestros problemas, del modelo productivo que nos ha hipotecado?

Facebook recupera viejas amistades que uno conservaba con cariño en algún rincón del alma. Así, hace tiempo, la red me devolvió a un compañero de instituto, cuyo trabajo sobre 'El Quijote' se me quedó marcado años atrás y así se lo hice saber. Hoy mismo me ha escrito porque ha encontrado este trabajo revolviendo entre sus cosas y ha querido compatir conmigo la cita que le puso la profesora de Literatura: "¡Ojalá tu vivas en un mundo en el que no haya que enloquecer para vivir con honor, valor y verdad! Y así todos los que ahora sois jóvenes o niños". [Gracias, Dani]

Ojalá no tuviéramos que seguir repitiendo esa misma frase a nuestros jóvenes de hoy.
Ojalá.
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