El rey se muere

El rey se muere. Es un rumor que corre de pasillo en pasillo, amplificado por lo que sucedió en el Mundial: la reina acudió a los partidos de la Selección y absolutamente ningún medio se preguntó -ni justificó- la ausencia del  Borbón. Sólo cuando la Roja llegó a la final, los medios dieron la noticia: el rey no acude y, en su lugar, lo harán los príncipes, porque aún no se ha reestablecido de la operación realizada en Barcelona. Huele a pacto entre la casa real y los directores de los medios.

Hablamos de una operación que se realizó a principios del mes de mayo, a la que se restó importancia, asegurando que en 15 días volvería a los despachos. Han pasado dos meses y medio y la imagen del Borbón en su recepción a la Selección no auguran nada bueno. Los rumores hablan, incluso, de que abdicará.

¿Lo hará sin cambiar la ley que impide acceder a la Corona a una mujer? La respuesta es un rotundo sí. En primer lugar, porque el tiempo apremia; de hecho y aunque suene crudo, no creo que la vida del rey se prolongue hasta 2011. En segundo lugar, porque cambiar esa ley implicaría tocar la Constitución y, precisamente ahora con la polémica del Estatut, eso es impensable.

De ser ciertos los rumores, el rey se muere en el momento más inoportuno por la coyuntura económico-política que nos ha tocado vivir porque, a pesar de lo que muchos piensan, el príncipe no estará a su altura. Es una cuestión tiempos, de circunstancias en las que se llega al trono, no de personas. Pero, quién sabe, quizás ese relevo sea el principio del fín de una institución tan anacrónica como la Monarquía, tanto, que quieren reformarla para adaptarla a los nuevos tiempos. Y ahí, me van a perdonar, pero si apoyas una institución tan retrógrada que da poder en virtud del apellido y no de los méritos o del reconocimiento, lo haces con todas las consecuencias, incluida la ley sálica.
Next Post Previous Post

3 comentarios

  1. Lo de la abdicación ya es un rumor a gritos. Y está prevista para antes de lo que parece, según escucho en "fuentes bien informadas". Por muy republicano que yo sea, no me alegra que nadie sufra por su salud ni celebraré la muerte de Juan Carlos, pero se abriría una vía para replantearnos esto de la monarquía, tan absurda y anacrónica como otras tantas cosas. Gramaticalmente, etimológicamente y conceptualmente los términos monarquía y democracia son antagónicos.
    Vendría bien una regeneración del régimen que tenemos, y si me apuras, del sistema en si. Ya no se trata de votar cada 4 años a un partido u otro. Se trata de un cambio radical, de una especie de revolución de siglo XXI como ya puse en un post del FB de Fernando Berlín. Una vía podría ser la abstención en masa en las próximas elecciones generales (ya sé que muchos tienen miedo a no votar, porque triunfaría la derecha, con un electorado mucho más fiel ante las urnas), que demostraría el desafecto actual de la gente hacia la clase política; por ende, al sistema.

    Los políticos de hoy han demostrado que ya no valen -ninguno- y que la corona no deja de ser una imposición de Franco que nos colocaron de rondón cuando hubo que hacer la menos mala Constitución posible para salir del atolladero que fue la muerte del dictador y la transición.

    Pero ya basta. A ver si ya cogemos las riendas de nuestro propio destino y decidimos por fin por nosotros mismos, que lo de votar en las urnas es sólo un simulacro de soberanía.
    Se ha visto, en casos como la crisis y la "solución" impuesta desde el "mercado" no desde los políticos elegidos; en lo de Garzón, en lo del estatut, en lo de la Iglesia, en lo de los espías de Madrid, en lo del la ley del Aborto, en lo de las víctimas del franquismo y en tantas miles de otras cosas.... que la democracia real, la verdadera, la que de poder a la gente, no existe. Ni está, ni se la espera. Nos creemos demócratas porque cada 4 años doblamos un papelito y lo metemos, junto a los de tus vecinos, en una cajita de cristal; pero no es eso. F.Í.

    ResponderEliminar
  2. no puede estar más de acuerdo contigo. Y, por supuesto, que nadie interprete mi post como que me alegro del empeoramiento de la salud del rey, aunque efectivamente no simpatice con la monarquía.
    saludos!

    ResponderEliminar
  3. Ya, ya sé que en tu post no hay sospecha de alegría por el empeoramiento de la salud del rey. Mi confesión republicana unida a que no celebraría ni deseaba la muerte ni la mala salud de nadie, no quería señalarte a ti como un perverso que se alegra del mal ajeno. De tu bondad, lo sé todo.

    Por cierto, no soy anónimo, soy Fernando Íñiguez (F.Í.) pero para comentar los post de tu blog, el de "anónimo" es el camino más fácil y más corto (lo digo por los demás que lo lean, no por ti, que seguro que me habrías reconocido antes).
    Aprovecho y besos para todos/as esos/as que te leen, ¡salud y risas! F.Í.

    ResponderEliminar