La jornada de reflexión no existe


"Da miedo pensar cuándo fue la última vez que se vio algo como esto en Madrid. Hemos despertado"."Ojalá pudiera meterse en 140 caracteres cómo vuela la vida en la Puerta del Sol". Son frases que pueden leerse en el Twitter de @acampadasol. Pero hay más, muchas más en otras ciudades de España, como Barcelona, Sevilla, Vigo, Bilbao..., y del resto del mundo, desde Argentina a Méjico, Reino Unido o Francia, entre muchos otros. Un sentimiento, una fuerza y una indignación común que choca frontalmente con la decisión represora tomada ayer por la Junta Electoral Central, amenazando con multas de 1.000 euros.

En el texto del expediente emitido puede leerse que "esta Junta estima que, con independencia de la calidad de los sujetos, la petición de emisión de voto a favor de candidaturas concurrentes a un proceso electoral, así como la invitación a excluir a cualquiera de esas candidaturas en el ejercicio del derecho de voto, es un comportamiento no acorde a las previsiones de la LOREG y que excede del derecho de manifestación garantizado constitucionalmente".

Qué lástima. Los magistrados de la Junta no sólo han demostrado su parcialidad -han obviado subjetivamente una sentencia de 2010 que avala la concentración- sino, además, su cinismo pues ni en el manifiesto de constitución ni en el de reinvindicaciones del manifiesto 15M se invita a excluir el voto de nadie,y de hecho se subraya que "no llamamos a la abstención, pedimos la necesidad de que nuestro voto tenga una influencia real en nuestra vida". Y ayer, la Junta Electoral Central, con una decisión fascistoide, nos lo negó.

Y todos esos políticos oportunistas que se subían al carro del 15M, adecuándolo a su conveniencia, ¿dónde están ahora? ¿se borrán de un plumazo? ¿Dónde está Rajoy, dónde Chacón? ¿Dónde Cayo Lara, Rosa Díez y Tomás Gómez? ¿Dónde? Todos ellos vuelven a dar muestras de una moral esquelética, raquítica, que debería hundirles políticamente, debería pasarles factura porque esta semana han demostrado de un modo cristalino que son capaces de vender a quienes representan si con ello garantizan su permanencia o acceso al poder. 

Y ahora, ¿qué? Ahora más fuerza que nunca, compañeros. La jornada de reflexión no existe. Es una invención artificial, forzada y pretérita que nuestra legislación arrastra desde hace años y que no sirve para nada. El boom de las redes sociales ha hecho que ese día pierda su valor por completo -si es que algún día lo tuvo- pues si bien los partidos no lo infrinjen directamente, sí sus militantes. Todos los días, de reflexión o no, en todas las elecciones, los militantes -auténticos fanáticos del partido, haga lo que haga, imputen a quien imputen- nos bombardean con sus mensajes panfletarios. 

Así que todos juntos, manifestación masiva pacífica, tanto que la Policía se vea incapaz de disolverla, tanto que las portadas de los diarios internacionales reflejen la pobre democracia que tenemos, en la que se confunde que el pueblo vote con que esté representado. Nada más lejos de la realidad. Y eso tenemos que cambiarlo. Estamos en el camino y las decisiones represoras no deberían pararnos. No lo harán.

TODOS JUNTOS. REVOLUCIÓN SOCIAL YA.
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